Los vecinos del Albaicín están atemorizados porque los ciclistas han tomado el barrio

Las estrechas calles del Albaicín se convierten los fines de semana en pistas de entrenamiento de ciclistas, según sus habitantes. Los vecinos aseguran que las mañanas de los sábados y los domingos es complicado salir a pasear «porque los ciclistas, con bicicletas de montaña, bajan a toda velocidad por las estrechas cuestas del barrio», asegura Manuel Navarro, presidente de la Asociación de Vecinos.

Las calles preferidas son Cuesta de San Gregorio y Almirantes. Los deportistas suelen ir en grupos de tres o cuatro personas. «Creemos», dice Navarro, «que hacen rutas, suben por el Paseo de los Tristes hasta la Carretera de Murcia o el Fargue y después, en vez de bajar por la carretera, deben encontrar más atractivo hacerlo a toda velocidad por nuestro barrio».

Los escalones de las plazas son los trampolines para los saltos y en más de una ocasión los turistas han tenido que recoger a algún ciclista del suelo.

«La verdad es que la gente mayor y los que tienen niños están atemorizados porque van a mucha velocidad y con los recovecos de las calles es imposible verlos y que ellos nos vean a nosotros», dice Manuel Navarro.

El sistema para alertar a la gente de que están pasando son voces o silbidos, «pero ya los tenemos encima cuando nos damos cuenta», explica el presidente.

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