El hecho de que el debate electoral se celebrara a menos de una semana de las elecciones generales hacía previsible que los candidatos, además de verter reproches unos sobre otros, intentarían sacar a relucir sus propuestas a toda costa. Y así fue.
Albert Rivera ofreció recuperar competencias autonómicas, mientras que Santiago Abascal anunció que ilegalizaría los partidos independentistas si llegaba al poder e intervendría la autonomía catalana. Pero no fueron las únicas que salieron, ya que Pedro Sánchez, quien según todas las encuestas ganará las elecciones, se subió a este carro con la vista puesta en Moncloa.
Las primeras no estaban en su programa electoral ni hasta ahora las había mencionado en sus mítines de campaña, pero aprovechó el horario de máxima audiencia para lanzarlas. Por un lado, anunció que introduciría en el Código Penal el delito de convocatoria de un referéndum ilegal para que no ocurra otro 1-O que, resaltó, tuvo lugar durante el Gobierno del PP.
Además, pretende, y así lo hizo saber, incluir en la educación española una nueva asignatura de valores civiles, constitucionales y éticos; y modificar la Ley Audiovisual para que las cadenas autonómicas necesiten un respaldo parlamentario de dos tercios y acabar así con el “uso sectario” de TV3.
Traer a Puigdemont
No obstante, una de las medidas más llamativas y contundentes que anunció el presidente en funciones fue la de traer a Puigdemont. Sánchez se comprometió a que el expresidente catalán, huido de la Justicia, regrese a España y cumpla con sus asuntos pendientes.
"A ustedes, señor Casado, se les fugó Puigdemont, y yo me comprometo hoy y aquí a traerle de vuelta a España y que rinda cuentas ante la Justicia”, afirmó el candidato del PSOE a la reelección durante un momento del debate electoral.
Unas palabras que provocaron la reacción inmediata de Pablo Iglesias, que apuntó que, si Puigdemont vuelve a España será porque así lo piden los tribunales, no porque lo pida "un presidente u otro". “No vaya a ser que envíen a los GEOS, porque yo creo en la separación de poderes”, le espetó el líder de Podemos.
Ilegalizar la Fundación Franco
Después de conseguir, pese a todos los obstáculos, exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos antes de las elecciones, el siguiente paso será promover la disolución de la Fundación que lleva su nombre.
Después de anunciar que si repite en la Moncloa su Gobierno introducirá en el Código Penal los delitos de apología al franquismo, fascismo y de los totalitarismos siguiendo los pasos de Alemania, Francia e Italia, el presidente en funciones se comprometió a hacer "los cambios legales para disolver la Fundación Francisco Franco y todas aquellas organizaciones que se empeñen sembrar el odio y defender la dictadora franquista".
"¿Qué hará Sánchez con las fundaciones marxistas?", se ha preguntado Juan Chicharro en declaraciones a EFE. El presidente de dicha fundación se ha interesado, tras la propuesta del líder del Ejecutivo, en si para prohibir su fundación tiene previsto reformar también los artículos 14, 16 y 20 de la Constitución Española que garantizan la libertad ideológica, la no discriminación por estos motivos y el derecho a expresar libremente los pensamientos, ideas y opiniones.
Nadia Calviño, vicepresidenta económica
En plena discusión sobre política económica, Pedro Sánchez anunció también la creación de una vicepresidencia económica que tenga a la ministra Nadia Calviño al frente, pero también un ministerio contra la despoblación.
Además, se comprometió a seguir revalorizando las pensiones y el salario mínimo, así como a derogar la reforma laboral, una promesa que Iglesias le emplazó a llevar a la práctica con un ejecutivo de coalición.
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