Se calcula que, en la actualidad, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. A su vez, desde el nacimiento del medio fotográfico, las calles, la arquitectura y los habitantes de las urbes han sido objeto de deseo de fotógrafos y cineastas; que no solo han sido testigos directos de su transformación sino que han capturado esos cambios sociales, políticos, económicos, urbanísticos y arquitectónicos.

A esta especial relación entre ambas está dedicada la exposición Cámara y ciudad. La vida urbana en la fotografía y el cine, que quiere mostrar y demostrar la intensa relación entre decenas de fotógrafos y cineastas y la ciudad y sus habitantes. De hecho, estos últimos, son protagonistas de excepción de esta muestra porque como dijo el recientemente desaparecido Robert Frank -autor de biblias de la fotografía como Los americanos-, “la gente es mi sujeto favorito porque no hay dos personas iguales, así que mi trabajo nunca es rutinario”.

El mismo Frank, que tras su llegada a Nueva York a finales de la década de los cuarenta escribiría “¡El bullicio, la muchedumbre! Nunca había visto nada parecido y todos ellos parecían encantados de estar allí”, resumió con estas palabras la enorme fascinación que la urbe producía y sigue produciendo no solo entre artistas sino entre la población en general.

Fruto del acuerdo firmado hace pocos meses entre ‘la Caixa’ y el Centro Pompidou de París recala en Caixaforum Barcelona una primera exposición que incluye 244 obras de 80 creadores - entre fotografías, películas, vídeos y material impreso- que proceden de los archivos del centro francés pero que también dialogan con obras de autores españoles, lo que ayudan a contextualizar lo que ocurrió en las ciudades españolas durante el periodo que abarca la muestra. De esta manera, por ejemplo, imágenes de Joan Colom realizadas en el Raval barcelonés conviven con las icónicas fotografías de niños y pistolas que en la misma época realizó William Klein en Nueva York.

Para Florian Ebner, comisario y responsable del departamento de Fotografía del Pompidou, la exposición es "un ensayo visual, estructurado en tres ritmos diferentes, mostrando la analogía existente entre fotografía y cine, con películas que son fotográficas y fotografías que son fílmicas” que a la vez ha buscado "explicar la historia social de la ciudad" a lo largo de las décadas haciendo "un homenaje a los actores, a la gente”.

En un recorrido que abarca de 1910 hasta principios de 2010, podemos encontrar trabajos de nombres fundamentales como Man Ray, László Moholy-Nagy, Paul Strand, Henri Cartier-Bresson, Brassaï, Robert Frank, Robert Doisneau, Diane Arbus, Margaret Michaelis o Lee Friedlander junto a autores españoles claves del siglo XX como Francesc Català-Roca, Leopoldo Pomés, Pilar Aymerich, Agustí Centelles, Joan Colom, Jorge Ribalta, Xavier Rivas o Francesc Torres.

Siguiendo un orden cronológico, la muestra está estructurada en diez ámbitos y un prólogo para el que se ha escogido la mítica fotografía de Paul Strand de 1916 Mujer ciega, toda una declaración de intenciones del realismo moderno. De esta manera, temas como la fe en el progreso y la modernidad y el crecimiento en vertical tras la Primera Guerra Mundial, el auge de la población proletaria en los años 30, los acontecimientos vividos en la España republicana y la Guerra Civil, la fotografía existencialista y callejera tras la Segunda Guerra Mundial, los movimientos revolucionarios y de protesta en los sesenta, o el crecimiento de las urbes en horizontal con el creciente protagonismo de las periferias son algunos de los puntos fuertes de este fascinante recorrido visual.