Roberto Chinchilla, un 'campeón' que visibiliza la inclusión laboral: "Temo el momento en el que mi madre no esté"

Roberto Chinchilla, en su puesto de trabajo en la Fundación Juan XXIIIRoncalli.
Roberto Chinchilla, en su puesto de trabajo en la Fundación Juan XXIIIRoncalli.
Jorge Paris
Roberto Chinchilla, en su puesto de trabajo en la Fundación Juan XXIIIRoncalli.
Roberto Chinchilla, en su puesto de trabajo en la Fundación Juan XXIII Roncalli.
Jorge París

Cuando rodó Campeones, Roberto Chinchilla no se imaginaba lo mucho que cambiaría su vida, que en apenas año y medio poco o nada tiene que ver con la que era antes de estrenarse la película en el cine.

La cinta de Javier Fesser conmovió los corazones de mucha gente y, para sus protagonistas, personas anónimas, supuso dejar atrás miedos heredados por un cruel pasado para mirar con optimismo un futuro que, hasta entonces, para la mayoría de ellos era bastante oscuro. Ahora Roberto quiere, de alguna forma, devolverle a la vida ese favor que un día le hizo y busca hacer lo propio con personas que, como él, tienen discapacidad intelectual. En su caso, síndrome de Bourneville.

Para ello, se ha sumado a la platilla de la Fundación Juan XXIII Roncalli como embajador e imagen de la organización. "Me han dado un papel importante. Lo que hago es dar charlas a las empresas para concienciar de que hay que contratar a personas con distintas discapacidades", cuenta a 20minutos el madrileño, que tiene como objetivo que, "de una vez por todas, se quite esa barrera de inclusión y se haga efectiva y real".

El actor, que compagina este trabajo con su labor en un equipo de baloncesto -su gran pasión-, destaca que la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad es responsabilidad de toda la sociedad. "La cosa está mal" -advierte- "las personas tienen que asimilar primero que hay otras que tienen discapacidades y, después, lanzarse a la inclusión de estas. Si alguna vez han visto la película, que hagan caso a esas tres palabras que tan importantes son en ella: diversidad, visibilidad e inclusión. Si asimilan esas tres palabras, les irá fenomenal a las empresas".

Antes no cobraba nada, apenas 102 euros, entrenando a chicos con discapacidad

En este punto también es importante el apoyo de la clase política. "Los políticos también se tienen que poner manos a la obra en su labor social, tienen que poner su granito de arena por las personas que padecen una discapacidad intelectual. Tienen que reunirse y llegar a ciertos acuerdos para llegar con el objetivo de que las empresas contraten a estas personas", reclama un Chinchilla que se muestra muy cercano a esos jóvenes con discapacidades que se ven perdidos a la hora de dar el salto al mundo laboral. "Los chavales que tienen discapacidades quieren trabajar. Ellos me lo dicen. Primero, que se formen, después, que tengan asesoramiento, por ejemplo, en esta Fundación, para buscar activamente trabajo".

El ejemplo de que el objetivo puede llegar a cumplirse es él mismo, por muy cuesta arriba que se pongan a veces las cosas. "Antes de trabajar en la Fundación, y de salir en la gran pantalla por mi papel en la película, mi vida había dado muchas vueltas. No cobraba nada, apenas 102 euros, entrenando a chicos con discapacidad. Me pasaba las horas frías, por la noche, entrenándolos. Pero, cuando hice la película, me cambió la vida", relata emocionado Roberto.

Roberto Chinchilla.
Roberto Chinchilla.
Jorge Paris

Eso, en lo laboral, porque, en general, su vida no se parece a la de hace apenas dos años. "Antes de Campeones la gente solo me conocía por el tema deportivo; ahora sí me reconocen más por la calle. Sobre todo los niños, que tienen más capacidad de reconocer a esa persona que han visto en el cine o en DVD". Algo que, no oculta, le hace "mucha ilusión". "Nunca le digo no a un chico que quiere hacerse una foto conmigo. Siempre digo sí por el valor de mirarle a la cara. Me han enseñado que hay que dar la cara a la gente que quiera tener una foto o una firma tuya".

A Javier Fesser Campeones le cambió la vida. Vio lo que era la diversidad, le motivó más, sonrió más...

Pero, ¿cómo acabó en Campeones? "Fue un casting de 600 chicos y chicas por todo Madrid y cogieron a 10". Él fue uno de ellos. "No sabíamos si iba a salir bien", cuenta sincero, pero también convencido de que al propio director, grabar la película "le cambió la vida". "Vio lo que era la diversidad, le motivó más, sonrió más... Era como un padre para nosotros", recuerda con cariño sobre la cinta, de la que no sabe si habrá segunda parte: "Preguntadle a Javier Fesser, nosotros no sabemos nunca", dice con sonrisa pícara.

No hay dudas de que la premiada Campeones fue uno de los descubrimientos de 2018, una película que logró llegar y conquistar a mucha gente. "La película ha abierto puertas... y ventanas. Si nosotros hemos hecho una película con Javier Fesser, ¿por qué otros [discapacitados] que están en el mundo del espectáculo no pueden hacer cine? Tienen derecho, como todos", reclama el principiante actor, que admite que "nunca había hecho películas", aunque le gustaría "experimentar". "Desde los 7 años, siempre estuve vinculado al deporte, nunca se me había ocurrido esto de la interpretación. Pero mi abuela, que era muy sabia, le decía a mi padre: 'nena, este chiquillo va a salir adelante'. Y mira a dónde he llegado. Seguro que, donde esté, estará contenta. Se lo debo todo a ella. También a mi madre Lola, que es una gran luchadora. Ella da la vida por mi hermana y por mí. Ella se siente muy orgullosa de mí, es una alegría para ella verme colocado en una empresa".

Para llegar aquí, el camino de Roberto no ha sido fácil, ya que ha tenido que superar muchos obstáculos. Al referirse a cómo ha influido la discapacidad a lo largo de su vida, reconoce que sufrió bullying. "Desde muy pequeño sufrí acoso escolar en el colegio al que iba en Alcobendas (Madrid). Los niños se metían conmigo, me tiraban piedras, me cambiaban de sitio la mochila... y el colegio no hizo nada", recuerda.

Pero, ¿cómo es capaz de gestionar todo eso un niño? "Cuando se metían conmigo, en mi casa le dije a mis padres que no quería ir al colegio porque se metían conmigo. Su respuesta es que inmediatamente hablarían con el colegio para cambiarme a otro en el que me sintiera más feliz. Yo fui más feliz en un colegio especial que en uno ordinario", cuenta el madrileño, que asegura no sentir ningún rencor hacia esas personas, a las que, eso sí, da un consejo: "Deben inculcar que no hay que acosar a ningún compañero y enseñar a valorar las grandes cosas de la vida, ser generosos y ayudar al otro".

Desde muy pequeño sufrí acoso escolar en el colegio. Los niños se metían conmigo, me tiraban piedras, me cambiaban de sitio la mochila... y el colegio no hizo nada

Una complicada vida que ha provocado algún que otro miedo, sobre todo uno, al que responde de inmediato cuando se le pregunta por esta cuestión. "Pienso en que un día llegará el momento en el que mi madre no esté a mi lado, pero es ley de vida", comenta contrariado. "Por eso, yo siempre he querido portarme bien, que es algo que me inculcó y aprendí de mi abuela. De nada valen luego los homenajes póstumos, lo importante es todo lo que hagas en vida y creo que todos debemos ser bondadosos y nunca hacer el mal a las madres", defiende.

Temores aparte, Chinchilla, de 37 años, sigue cumpliendo sueños, aunque éstos se van renovando. "Quiero seguir trabajando hasta que me jubile y hacerlo por una labor tan grande como la que estoy haciendo ahora. También sacarme el título de entrenador, quiero enfocarme en ser un buen entrenador. Y, cuando llegue el momento de jubilarme, tener paz y tranquilidad".

Antes de que todo eso llegue, Roberto es consciente de que aún queda mucho por hacer y por cambiar en la sociedad: "Todos somos iguales y tenemos los mismos derechos", sentencia. Tengámoslo en cuenta.

Una película que se ganó el corazón de todos

Escena de la película 'Campeones'.
Escena de la película 'Campeones'.
MORENA FILMS

Dirigida por Javier Fesser, Campeones (2018) cuenta la historia de Marco, un entrenador de baloncesto que se hace cargo de un equipo muy especial, formado por personas con discapacidad intelectual. La cinta arrancó sonrisas, removió conciencias, obtuvo tres premios Goya y fue elegida para representar a España en la 91.ª edición de los Óscar en la categoría Mejor película de habla no inglesa.

Daniel Mateo
Periodista Cultural '20minutos'

Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Redactor especializado en cultura, especialmente música, espectáculos y televisión. Tras pasar por el diaro AS y la Cadena Ser, formo parte 20minutos desde 2006, primero en Deportes y, desde 2018, en Cultura y Estilos de vida.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento