Aparece Marie-Christine de Bélgica, la princesa que desapareció hace 12 años

  • Es la tía del rey Felipe de Bélgica y partió a Estados Unidos hace 40 años.
Felipe de Bélgica y su esposa, Matilde.
Felipe de Bélgica y su esposa, Matilde.
EFE
Felipe de Bélgica y su esposa, Matilde.

La última vez que se supo de ella fue en 2007, cuando concedió una entrevista. Pero hace 40 años que se marchó a Estados Unidos renunciando a sus privilegios reales. Ahora, ha reaparecido. Inesperadamente. Ella es Marie-Christine de Bélgica, la 'princesa desaparecida'.

Ese es su apodo desde que se fuera sin dejar rastro la primera hija del rey Leopoldo III y su segunda esposa, Lilian Baels, princesa de Rhéty. Es, por tanto, hermana por parte de padre de Alberto II de Bélgica, lo que hace de ella tía del actual monarca, el rey Felipe de Bélgica.

Rompió los lazos que la unían a su familia y se marchó sin mirar atrás, exceptuando que el 17 de abril de 2007 el diario Laatste Nieuws dio con ella y no tuvo reparos en conceder una entrevista. 

En ella seguía siendo aquella princesa nacida el 6 de febrero de 1951 que abogaba por la abolición de la monarquía ("sería beneficioso para Bélgica", afirmó) y dentro de la cual nunca se sintió cómoda, prefiriendo no formar parte en absoluto de nada que refiriera su pasado real. 

"Marie-Christine no quiere mantener ningún contacto ni con la familia ni con los amigos del pasado. Es su elección. Dice que tiene una nueva vida. Me pone triste, pero respeto su decisión. Lo intenté durante 4 años, pero ella realmente no quiere y no puedo obligarla", comentó su hermana, Esmeralda de Bélgica, la única que ha intentado mantener el contacto con ella. Era, hasta la fecha, lo último que se sabía de Marie-Christine.

Pero ahora, 12 años después, lo que era un misterio para casi el cien por cien de sus compatriotas lo ha roto el mismo medio de comunicación, que ha vuelto a dar con ella y en unas condiciones sorprendentes para alguien que pudo, nunca mejor dicho, vivir del cuento.

La actual Marie-Christine tiene 68 añis y vive en Sequim, un pueblo pequeño (tiene menos de 7.000 habitantes) perdido en medio del desierto del estado de Washington, en el condado de Callam, al noroeste de Estados Unidos, casi en la frontera con Canadá. Vive muy cerca de Seattle.

Allí sigue casada muy felizmente con su segundo esposo, el restaurador francés Jean-Paul Gourgues, con quien ha vivido en Toronto, San Diego o Las Vegas, donde asegura el periodista Mario Daneels que es muy posible que se quedasen en bancarrota.

En 2009, sin embargo, se hicieron con una casa de tres habitaciones que les costó 325.000 dólares, unos 295.000 euros. Poseen unas hermosas vistas del Olympic National Park, en la Península Olímpica, y del Mar Salish, que les separa de Vancouver.

Según Daneels, los motivos de su huida fueron diversos traumas infantiles, así como una difícil relación con sus padres. Especialmente con su madre, antigua institutriz de la familia real, de la que ha asegurado que le pegaba bastante, tachándola de mujer cruel.

Su vida, de todas formas, daría para película. Sobre todo, porque ella misma trabajó en Hollywood como actriz utilizando de nombre Daphné (su nombre completo es Marie-Christine Daphné Astrid Elisabeth Léopoldine). El actor James Coburn, de hecho, fue el padrino de su segunda boda, que se celebró el 28 de septiembre de 1989 en Westwood, California.

La primera había sido con Paul Drucker el 23 de mayo de 1981 en Florida. Solamente duró 40 días el matrimonio, pero hubieron de esperar hasta 1985 para oficializar el divorcio.

Siempre fue un personaje controvertido dentro de la realeza belga incluso antes de marcharse, asegurando que fue violada en su juventud. Cuando fue invitada en una embajada belga en el extranjero, Marie-Christine se negó a brindar con su hermano por parte de padre, el monarca Balduino III diciendo "Él no es mi rey". En 1993, cuando Balduino murió, ella no asistió al funeral. Tampoco hizo acto de presencia en el de su hermano, el príncipe Alejandro, en diciembre de 2009.

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