Internacional

Un estudio afirma que el modelo económico de Chile se ve "amenazado" por la situación social del país

Un estudio del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada chileno ha afirmado que la situación social que vive el país como resultado de las protestas amenaza "su sistema económico".

En dicho documento se argumenta que Chile depende "de forma excesiva de las exportaciones del sector minero, especialmente del cobre".

Chile ha sido tradicionalmente considerado un referente en materia económica, con un modelo poco intervencionista cimentado en una macroeconomía fuerte y estable basada en atraer la inversión extranjera.

Desde el Instituto Coordenadas han insistido en que la agenda política de los últimos gobiernos chilenos ha provocado una ralentización del crecimiento, por lo que deben "mejorar la técnica de los modelos regulatorios, la excesiva burocracia y apostar por proyectos de colaboración público-privada".

La tasa de desempleo del país se situaba en torno al 7% en el tercer trimestre del año, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas Chileno (INE), manteniéndose estable respecto a la cifra del mismo ejercicio del año anterior.

Sin embargo, para The Observatory of Economic Complexity, Chile constituye la 61ª economía más compleja del mundo y la 42ª en términos de exportación, siendo los productos de derivados del cobre los que más aportan al PIB del país con 31,5 millones de dólares (28,6 millones de euros).

Las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China también se dejan sentir en el país latinoamericano, ya que el 35% de sus exportaciones parten hacia el gigante asiático.

Por ello, ante esta tendencia de las exportaciones e importaciones, el análisis del Instituto Coordenadas considera que se debe impulsar el desarrollo económico en las industrias no vinculadas a materias primas.

Piñera pide a las fuerzas de seguridad que actúen "sin tibieza"

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha pedido este jueves a las fuerzas de seguridad que actúen sin "tibieza" porque se enfrentan a un "enemigo poderoso", en alusión a las protestas que han protagonizado los ciudadanos chilenos en las últimas semanas.

"Quiero que tengamos conciencia", ha dicho Piñera en la ceremonia de graduación de 260 inspectores de Policía. "Aquí no hay que dar espacio ni a la tibieza ni la ambigüedad ni mucho menos a la debilidad. Estamos enfrentando a un enemigo poderoso e implacable", ha subrayado. 

Piñera ha enfatizado que este "enemigo" al que se ha referido "no respeta a nada ni a nadie", recordando la veintena de muertos que han dejado por ahora los disturbios (entre los que se encuentran al menos cinco fallecidos directamente por "acción de los agentes del Estado" y dos bajo "custodia del Estado" en palabras de la propia Fiscalía chilena) y los daños a "infraestructuras básicas". Es "un enemigo que actúa con una planificación profesional y con una maldad sin límites", ha sostenido.

Así las cosas, ha considerado que en estos "tiempos muy difíciles" la sociedad chilena "necesita más que nunca los servicios de las fuerzas del orden y seguridad, la Policía y Carabineros".

Además, ha incidido en que el Congreso debe aprobar cuanto antes los proyectos de ley que ha enviado el Gobierno "para combatir a los encapuchados, a los saqueadores, a los vándalos". "Requerimos leyes más severas", ha argumentado.  En concreto, ha vuelto a defender el proyecto de ley que permitirá desplegar a las Fuerzas Armadas sin necesidad de declarar previamente el estado de emergencia para proteger "infraestructuras críticas". "En circunstancias especiales necesitamos poder contar con la colaboración de nuestras Fuerzas Armadas", ha sostenido. 

En concreto, ha vuelto a defender el proyecto de ley que permitirá desplegar a las Fuerzas Armadas sin necesidad de declarar previamente el estado de emergencia para proteger "infraestructuras críticas". "En circunstancias especiales necesitamos poder contar con la colaboración de nuestras Fuerzas Armadas", ha sostenido. 

Las protestas en Chile estallaron el pasado 17 de octubre por la cuarta subida del precio del metro en pocos meses pero crecieron rápidamente para denunciar la desigualdad social y reclamar un cambio constitucional. 

Este mismo jueves el Senado ha aprobado el llamado proyecto de ley "antiencapuchados" que endurece las sanciones contra quienes cometan delitos durante actos públicos y, específicamente, contra quienes lo hagan ocultando su identidad. Las penas van desde 541 días hasta tres años de cárcel.

Unas 20 personas han muerto por la represión de las manifestaciones. El Instituto Nacional de Derechos Humanos, además de Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado violaciones de los Derechos Humanos a manos de las fuerzas de seguridad.

Piñera, que inicialmente respondió declarando el estado de excepción y desplegando militares, pidió perdón a los chilenos por no saber "escuchar", anunció una "agenda social" y remodeló el Gobierno para llevarla a cabo. También se ha embarcado en un proceso constituyente. Pese a ello, las protestas continúan.

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