Vox tendrá, finalmente, presencia en la Mesa del Congreso de los Diputados. Este martes, los votos de sus 52 parlamentarios sirvieron para que el diputado Ignacio Gil Lázaro fuera nombrado vicepresidente cuarto de la Cámara Baja, después de que fracasaran las negociaciones entre PSOE, PP y Ciudadanos para que fuera el partido naranja quien se hiciera con un puesto en el órgano.

No obstante, una vez finalizadas las votaciones, la izquierda tendrá una mayoría de seis a tres: habrá tres miembros del PSOE (incluida la presidenta, Meritxell Batet), otros tres de Unidas Podemos, dos del PP y uno de Vox. Y es que la izquierda se apoyó en varias formaciones minoritarias para impedir que Vox obtuviera un segundo puesto en la Mesa.

Gil Lázaro será vicepresidente cuarto en una Mesa que estará presidida por la socialista Batet y cuyo vicepresidente primero será Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, también del PSOE. Ana Pastor (PP) será vicepresidenta segunda, mientras Gloria Elizo (Unidas Podemos), que ocupaba la Vicepresidencia primera, será vicepresidenta tercera.

Los diez parlamentarios de Ciudadanos votaron en favor de Pastor, que reunió 101 apoyos (los naranjas y los del PP y Navarra Suma). Por su parte, Unidas Podemos consiguió la tercera Vicepresidencia relegando a Vox a la cuarta al congregar en torno a Elizo los apoyos de otras fuerzas, entre ellas ERC, que anunció que votaría a la candidata morada para intentar favorecer la exclusión de Vox.

La negativa del PSOE a perder la Vicepresidencia primera del Congreso, de fuerte peso simbólico, ha provocado que haya sido imposible forjar este cordón sanitario contra la ultraderecha. De haber cedido este puesto al PP, las cuentas hubieran sido mucho más sencillas y la izquierda, además, no habría perdido su mayoría en la Mesa.

Las Secretarías

La votación para las cuatro Secretarías tampoco estuvo exenta de polémica. Javier Sánchez Serna, diputado de Unidas Podemos, se convirtió por sorpresa en secretario tercero de la Mesa después de que la formación morada consiguiera el voto de varias formaciones minoritarias para impedir que Vox pudiera sumar un segundo asiento en la Mesa. 

La coordinación de los votos de la izquierda, no obstante, no fue del todo precisa, ya que en primera instancia los candidatos Sofía Hernanz (PSOE) y Gerardo Pisarello (Unidas Podemos) empataron a votos, lo que obligó a celebrar una segunda ronda de desempate. El PSOE decidió ceder la Secretaría primera a Pisarello, por lo que Hernanz quedó como secretaria segunda y Sánchez Serna, como el tercero.

La Secretaría cuarta de la Mesa la ocupará Adolfo Suárez Illana (PP), y la derecha no tendrá más puestos, lo que provocó un agrio enfrentamiento entre PP y Vox. Los conservadores, que cedieron parte de sus votos para intentar que Ciudadanos se hiciera con un asiento, acusaron a la ultraderecha de no haber querido colaborar en este pacto y, por ende, haber facilitado que la izquierda obtuviera un puesto más. Por su parte, Vox denunció que el PP entregó votos a Ciudadanos sabiendo que su candidato no saldría adelante en lugar de garantizar un puesto al partido de Santiago Abascal.