Sedentarismo infantil, una epidemia que afecta a la salud de los más pequeños
- El 30% de los niños en edad preescolar tienen obesidad y sobrepeso.
- Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN) "España supera ya en obesidad infantil a Estados Unidos".
- Ver la televisión es el hábito que más contribuye a la obesidad infantil.
La prevalencia del sedentarismo en los niños continúa aumentando a un ritmo alarmante. Esta inactividad creciente ha provocado que el sobrepeso y la obesidad hayan empezado a convertirse en un problema para los más jóvenes. De hecho, la Fundación Española de la Nutrición (FEN) afirma que "España supera ya en obesidad infantil a Estados Unidos".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expuesto en su página web datos de especial importancia. Así indica que "la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil en los niños de edad preescolar supera el 30%". Además, si esto no se resuelve en estas edades tempranas "los lactantes y niños pequeños obesos se mantendrán obesos durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta".
Debido a estas cifras tan preocupantes, la OMS se ha visto en la necesidad de publicar una guía sobre actividad física y sedentarismo para niños menores de cinco años. En ella brinda consejos y directrices que, llevadas a la práctica, contribuirán a combatir el sedentarismo y los problemas relacionados en edades tempranas.
Factores de riesgo del sedentarismo infantil
El problema del sedentarismo infantil se ha incrementado en los últimos años, lo que resulta llamativo dado que los más pequeños, como indica la Asociación Española de Pediatría (AEPED), "tienden a moverse y a no parar". Sin embargo, el lanzamiento de aplicaciones y juegos para niños menores de 5 años que requieren de una pantalla (ordenador, tablet, móvil, televisión) ha favorecido a que pasen mucho más tiempo inmóviles.
La falta de control sobre el tiempo que los jóvenes pasan ante las pantallas pueden dar lugar a una adicción. Esto no solo provoca que los niños rechacen o muestren desinterés por las actividades físicas, sino que impide que desarrollen habilidades sociales. Para evitar esto, la guía que ha publicado la OMS brinda algunos consejos de gran importancia.
¿Qué dice la OMS?
La guía de la OMS pretende dar solución a los factores de riesgo expuestos y, para ello, establece una serie de recomendaciones que deben ponerse en práctica en lactantes y niños menores de 5 años.
- Los lactantes (menores de 1 año) deben estar físicamente activos a lo largo del día. El juego interactivo en el suelo es indispensable, pero para aquellos que todavía no se mueven la posición bocabajo (posición de prona) durante 30 minutos repartidos durante el día es importante. Además, se les debe leer o contar cuentos y, en ningún caso, se recomienda el uso de las pantallas.
- Los niños entre 1 y 2 años deben pasar 180 minutos realizando actividad física de intensidad moderada y elevada distribuidos a lo largo del día. En momentos de inactividad, siempre será preferible leer, contarles cuentos o cualquier otro entretenimiento que no tenga que ver con las pantallas. Los niños de 2 años, si empiezan a tener contacto con dispositivos tecnológicos o de entretenimiento como la televisión el tiempo de exposición no debe exceder una hora.
- Los niños de entre 3 y 4 años también deben pasar 180 minutos realizando cualquier tipo de actividad física y 60 minutos de intensidad moderada o elevada. No deben permanecer largos periodos de tiempo inactivos o sentados. De hecho, si hacen uso de las pantallas el tiempo no debe ser superior a una hora.
Este control debe mantenerse aunque los niños superen los 5 años. De hecho, la OMS sugiere que se instale el hábito de, como mínimo, invertir "60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa". Entre ellas se incluyen los ejercicios aeróbicos.
Esta guía permitirá un correcto desarrollo del aparato locomotor, el sistema cardiovascular y neuromuscular. Además, prevendrá que los niños desarrollen sobrepeso u obesidad que pueden derivar en graves problemas de salud debido a unos hábitos de exposición a pantallas y dispositivos tecnológicos que favorecen el sedentarismo desde muy corta edad.