Como ya ocurrió el pasado 20 de diciembre tras la sentencia del TUE sobre Oriol Junqueras, este jueves el hashtag #Spexit ha vuelto a ser trending topic en twitter, como reflejo del debate que se está produciendo entre quienes abogan por la salida de España de la Unión Europea y quienes critican la idea, además de un buen número de publicaciones humorísticas.

Cuando el pronunciamiento del TUE provocó la popularización del neologismo la última vez, el concepto se limitaba a un hashtag y a un perfil de Twitter con una cantidad moderada de seguidores, junto a una columna del exministro Jorge Fernández Díaz proponiendo la salida comunitaria frente a "la justicia europea" que "no defiende a los estados miembros de sus agresores", posteriormente despublicada.

En aquel momento, muchos miembros de Vox, si bien criticaron duramente la decisión del Tribunal y a la Unión Europea, desmintieron que el partido apoyase una eventual salida de España del ente supranacional, frente a las dudas generadas por el hecho de que muchos de los perfiles que apoyaban la etiqueta la relacionaban en sus publicaciones con la formación, supuestamente sin que mediase iniciativa del partido. Por ejemplo, Ortega Smith declaró que Vox "no plantea la salida de España de la Unión Europea".

En este caso, de nuevo la relevancia del término se ha limitado a las redes sociales, sin que ningún partido político haya abogado por la iniciativa.

España, a diferencia de otros países europeos, no cuenta con un movimiento fuerte que abogue por la salida de la Unión Europea, lo que probablemente se explica por el alto índice de apoyo que tiene la organización entre la ciudadanía (superior al de países como Francia, Reino Unido o Italia y por encima de la media entre los estados miembros). 

De hecho, el partido español más cercano ideológicamente a quienes abanderan esta iniciativa en otros estados miembros (la Liga en Italia, el Partido del Brexit en Reino Unido, Alternativa por Alemania, Agrupación Nacional en Francia), Vox, se desmarca de estos partidos precisamente en esta cuestión, y aunque ha mostrado discrepancias con la UE en numerosos aspectos, esto ha llevado a la fuerza política a no unirse al grupo del parlamento europeo que sus homólogos integran. En su lugar, se adscribe al Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos, que practica un euroscepticismo a menudo calificado como "suave".