El rey elogia la "defensa" de la Constitución que hacen las Fuerzas Armadas
El ambiente era distinto, raro. Especial. Empezó 2020 y el rey Felipe VI ha presidido este lunes una Pascua Militar marcada por la investidura, el domingo fallida, pero previsiblemente oficial este martes, de Pedro Sánchez. Entre broncas en el Hemiciclo, negociaciones y pactos con ERC y críticas de PP, Vox y Ciudadanos a la fórmula del PSOE para mantenerse en el Gobierno, el monarca tomó la palabra. Desde fuera miraba un Sánchez que se ve manteniendo su sillón en Moncloa a mediados de semana, pero de forma diferente: esta vez esa mesa tendrá que ser compartida, si no hay votos cambiantes, con Unidas Podemos. Y estará vigilada desde fuera por Esquerra.
No quiso hacer, en cambio, menciones políticas Felipe VI durante un discurso corto en el que calificó a las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil como "un ejemplo para la sociedad" y enarboló su "respeto y defensa de la Constitución". Empezó su mensaje con un "agradecimiento" para ellos: "Gracias siempre por lo que hacéis y por cómo lo hacéis, sirviendo en todo momento a vuestros compatriotas allá donde el deber lo requiera y España lo necesite".
En unos tiempos de "constante cambio", el rey resaltó que la labor de los militares se ha ido desarrollando a lo largo del tiempo. "Sabéis mejor que nadie que garantizar la libertad y la seguridad de los españoles es una misión fundamental para el desarrollo y el bienestar de nuestro país", dijo, antes de concretar citando el papel que tuvieron "en los incendios e inundaciones" que se produjeron en el año recién terminado.
La mirada puesta en la inestable situación en Irak
El monarca, que tomó la palabra después de la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, puso también la mirada en el exterior. La convulsa situación en Irak mereció una parte del discurso de Felipe VI, que visitó a las tropas allí desplegadas el pasado mes de enero. "Comprobé sobre el terreno la complejidad de la misión. Excelente preparación y entrega de nuestros soldados", sostuvo. En este sentido hizo descansar el papel de las Fuerzas Armadas en las cualidades de "profesionalidad y sentido del deber y del honor".
Precisamente, la presencia de tropas españolas en Irak es algo que se ha extendido en el tiempo, y por ello el rey quiso recordar que el camino ha sido "largo y difícil", pero que sirve como ejemplo de "solidaridad con otros países". Felipe VI, al mismo tiempo, siguió incidiendo en la necesidad de reconocer la labor del Ejército. "Sois un ejemplo de dignidad y grandeza para la imagen y prestigio de España" como "garantes de la seguridad y estabilidad internacional para disuadir, adiestrar, vigilar y si es preciso responder a cualquier amenaza".
El liderazgo de España en la Europa de la seguridad y la defensa
"Nuestro país junto a sus socios quiere avanzar hacia una Europa más fuerte y unida, que sea capaz de tomar decisiones de manera eficaz", continuó el monarca para pararse unos minutos en analizar la deriva de la Unión Europea en materia de seguridad y defensa. "Todos somos consciente de los riesgos y las dificultades", añadió para tener un recuerdo de "homenaje" hacia los soldados fallecidos.
Para terminar su discurso, Felipe VI colocó el foco en el presente y en el futuro más inmediato. España tiene "cerca de 3.000 desplegados en cuatro continentes", expresó, antes de advertir de que el mundo "se enfrenta a un entorno global de seguridad en constante y rápida evolución, con nuevas amenazas y riesgos para nuestra seguridad". Por ello, el rey pidió estar alerta ante un "esfuerzo que no espera y que nos pone a prueba". Para afrontarlo, depositó su confianza en el Gobierno, que tiene que "definir su ambición y el correspondiente apoyo presupuestario".