Trucos para tener buena cara y fingir que has dormido 8 horas

Hay que ser honestos. Con rutinas ajetreadas, una cantidad de trabajo enorme, jornadas intensas y familia se necesitan días de 30 horas para poder hacer lo que todo el mundo se propone. Por desgracia, los días duran 24 horas y muchas veces no da la vida y, ¿de que se suele prescindir? De las 8 horas de sueño de rigor, lo que se traduce en una mala cara por las mañanas.

Pero no solo la cara de zombie aparece por dormir pocas horas, tener un buen descanso es muy importante para tener una piel fresca; en las primeras horas del sueño se segrega una hormona llamada hormona del crecimiento que lleva a cabo los procesos de regeneración y reparación de nuestra piel. Esta hormona es estimulada por la melatonina que, además de regular nuestro reloj biológico, mejora el sistema inmunológico y resulta antioxidante. El problema es que para que esta hormona se active, se necesita oscuridad, por lo que es necesario una buena rutina de noche antes de irse a dormir.

Si después de 5 infusiones de valeriana todavía no se a conseguido conciliar el sueño y toca pasar la noche en vela, estos trucos pueden rescatar a una piel apagada y ojerosa:

Prepara tu piel

No solo con el maquillaje se va a tener la apariencia de una cara descansada, es muy importante incidir en su cuidado para poder revivirla y que aguante lo que se le vaya a poner encima.

Un truco que ya hacían las abuelas: lavarse la cara con agua fría. Cuando se ha dormido poco, el área de al rededor de los ojos suele inflamarse, por lo que es necesario aplicarla algo muy frío para estimular la circulación sanguínea. Además también se eliminan las impurezas que se hayan podido generar durante la noche.

Después de lavarse la cara, un masaje en la zona de los ojos es el mejor aliado. Incidiendo desde el lagrimal hacia afuera con toques suaves y un aceite hidratante, para hidratar la zona en profundidad y que respire la piel.

Por último, la crema hidratante es muy importante para dar a la piel ese aspecto descansado y jugoso. No es recomendable poner base de maquillaje porque puede apagar la piel al matificarla, por lo que si se necesita corregir el tono mejor usar una BB Cream o un velo de color.

Maquillaje

El mayor aliado contra las ojeras es el archiconocido corrector, pero es muy importante dar con el tono adecuado. A diferencia de lo que se suele creer, no es mejor un corrector más claro que tu tono de piel. Dejando a un lado el efecto ojos de panda, si la ojera es pronunciada, el corrector se mezclará con el color de las ojeras y creará un efecto grisáceo. Para neutralizar las ojeras se recomienda usar un ligero toque de corrector rosa. 

Se puede optar por un corrector salmón que después se tapará con uno del mismo tono que la piel o, para que no sea tan pesado, un corrector con subtono rosado.

Para que una mirada apagada se convierta en una despierta se necesitan toques de luz estratégicos: un poco de iluminador en el lagrimal y en el arco de la ceja abren mucho el ojo. Si además se le añade un lápiz blanco en la linea de agua, el resultado es espectacular.

¿Como iluminar una mirada? Olvidando las sombras mate y apostando por las satinadas o brillantes. Aplicándolas con el dedo se potencia más el efecto de una mirada fresca.

Para regalar horas de sueño a los ojos, el rizador y la mascara de pestañas son los aliados perfectos. Primero hay que darle volumen a las pestañas poco a poco desde la raíz hasta las puntas con el rizador y, una vez rizadas, incidir en la base con la máscara para depositar bien el producto y deslizar hacia el exterior para peinarlas y difuminar el producto.

Es una de las grandes máximas de uno de los gurús del maquillaje en Hollywood, Kristofer Buckle : “Nunca es suficiente blush”. Animar el rostro se consigue con un tono de color tirando al melocotón, ni demasiado rosa ni demasiado naranja.

En cuestión de labios, la mejor opción es recurrir a los tonos claros en mate o en brillo, aquí no hay preferencia. Y, aunque en un mal día siempre se tiende a usar un buen labial rojo, es preferible dejarlo para otra ocasión.