Adiós a la ansiedad haciendo ejercicio: los mejores deportes para relajarse

Palpitaciones, taquicardias, sensación de ahogo, respiración rápida, opresión en el pecho, pánico, sudores, escalofríos, mareos e incluso nauseas. Los que alguna vez, ante una situación límite, han vivido en sus carnes uno o más de estos síntomas seguramente conocen lo que es una crisis de ansiedad.

Las cifras no dejan lugar a dudas: la ansiedad es ya uno de los males del siglo XXI. En nuestro país, los últimos estudios arrojan cifras demoledoras, entre ellas, que el 40% de los españoles la padece en algún momento de su vida.

Entre ellos, el titulado Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés -elaborado en 2018 por los laboratorios Ninfa y avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés-, aseguraba que nueve de cada diez personas en España había sentido estrés en el último año y que cuatro de cada diez lo hacía de manera frecuente y continuada (una cifra que equivaldría a doce millones y medio de personas). Solamente un 4% de los encuestados afirmaba no haberla padecido nunca.

El estresante ritmo de vida del llamado mundo civilizado, la presión a la que nos somete y la necesidad imperiosa por cumplir ‘hasta el infinito y más allá’ con todos nuestros compromisos - que diría Buzz Lightyear-, nos convierten en carne de cañón de este trastorno cada vez más extendido entre la población.

Para aquellos que estén hartos de “correr por la vida sin freno” -como cantaba Julio Iglesias años ha-, el deporte puede convertirse en uno de los mejores aliados para combatir la ansiedad y el estrés, olvidarse del mundanal ruido y conseguir, aunque sea durante algunas horas a la semana, llegar a la relajación más absoluta. Estos son algunos de los más recomendados por los expertos:

Yoga

Su fama le precede. Su popularidad no decae desde hace años y es la disciplina por excelencia para aquellos que quieren encontrar el equilibrio perfecto entre cuerpo y mente. Toda una filosofía de vida para quienes lo practican, que además de favorecer la relajación y ayudar a tomar conciencia del propio cuerpo, proporciona flexibilidad y combate dolores de espalda. Existen varias modalidades entre las que elegir: hatha, bikram, Iyengar, kundalini, nidra, anusara, ashtanga…

Pilates

Aunque se trata de un deporte muy físico, en el que se ejercitan los músculos para ganar fuerza, tono muscular, flexibilidad y coordinación, al mismo tiempo utiliza esta vía para conseguir un estado de relajación perfecto. Al igual que el yoga, su práctica se basa en el control de la respiración y la capacidad de concentración, provocando una enorme sensación de calma y bienestar durante y después de cada sesión.

Taichí

Este arte marcial milenario de origen chino combina de forma armónica el movimiento corporal, la concentración mental y la realización de una respiración consciente. Sus posturas deben realizarse de forma muy lenta, armoniosa y precisa, lo que la convierte en una disciplina idónea para meditar en movimiento y favorecer la relajación.

Boxeo

Aunque a priori pueda no parecer el deporte más idóneo para llegar al estado zen, lo cierto es que gracias a su alto componente aeróbico, la práctica de este entrenamiento propicia la liberación de endorfinas que provocan en el organismo una sensación de felicidad y nos liberan del estrés acumulado durante la jornada. Además, boxear mejora la autoestima y la confianza, lo que incrementa la fortaleza mental.

Running

Además de ser un deporte al alcance de todos los bolsillos, idóneo para todas las edades y con el que más calorías se queman, permite a quienes lo practican disfrutar del aire libre, despejar la mente y liberar endorfinas. Salir a correr después de una larga jornada ayuda a desconectar del mundo, concentrarnos solo y exclusivamente en nosotros mismos y entrenar, además del cuerpo, nuestra mente.

Natación

Probablemente uno de los deportes más terapéuticos y recomendados para todo tipo de dolencias. El contacto con el agua es capaz de devolvernos la sensación de regresar al vientre materno y a la vez favorece la relajación. Además, según un estudio publicado en el National Center for Biotechnology Information (NCBI), ayuda a reparar las células de cualquier daño cerebral a nivel molecular y de comportamiento, lo que en otras palabras quiere decir, que su práctica influye de forma beneficiosa en el estado de ánimo, las hormonas responsables del estrés y el alivio de los síntomas de depresión.