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Cosmética para hombres: la última gran barrera

El cantante Conchita Wurst es un hombre que no tiene miedo en jugar con los límites.
GTRES

Las mujeres se maquillan, pero los hombres no. Eso es lo que está grabado en el imaginario social, el maquillaje es solo para las mujeres y, si te maquillas y eres hombre, o eres LGTB o no eres "un hombre de verdad".

Los roles de género en cuanto a el maquillaje todavía son muy fuertes y difíciles de romper. Aunque poco a poco van apareciendo hombres que se maquillan (que no únicamente maquilladores), se les sigue encasillando y poniendo en duda su masculinidad y cuan hombres son. 

Hombres como Jeffree Star, James Charles o Manny Gutierrez son pioneros en la normalización del maquillaje en rostros masculinos, pero siguen jugando con lo que está tipicamente asociado a las mujeres en sus comportamientos y expresiones y forma de vestir. Siguen asociando el maquillaje a lo femenino.

Por suerte, aunque estos influencers son los más conocidos en el mundo del maquillaje, no son los únicos. Jota es un youtuber que se dedica a la ilustración, el cine y el maquillaje en la plataforma. Concibe el maquillaje como una forma de arte y expresa lo que desea a través de él sin necesidad de caer en los roles de género. 

El maquillaje no se trata de algo banal y superficial que sirve para esconder tu verdadero rostro. Según cuenta Monitily en su vídeo de la evolución del maquillaje, los objetivos del maquillaje han ido cambiando a lo largo de la historia, también se trata de una expresión artística más. Y no, no se usa para gustar a los hombres.

En sus inicios el maquillaje se usaba tanto por hombres como por mujeres. No hace falta remontarse a la prehistoria (donde también se usaba el maquillaje aunque su finalidad es incierta), los hombres egipcios también se maquillaban para demostrar su estatus.

Sarcófago policromado egipcio donde se puede apreciar la representación del maquillaje que se usaba en la época
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Desde los griegos y romanos hasta el siglo XVIII (quitando ese agujero negro llamado Edad Media) era frecuente que los hombres también usasen el maquillaje para acercarse a los cánones de belleza de sus épocas correspondientes. Esto se lleva al extremo con los macaroni en Francia en el siglo XVIII, hombres obsesionados por modos y usos ciertamente amanerados envueltos de moda, lujo y maquillaje.

Luis XVI era un gran abonado del maquillaje
WIKIPEDIA

Con la Revolución Francesa se produce la renuncia y rechazo del hombre a cualquier adorno o floritura del maquillaje y la moda excesiva, asociados a la monarquía. Estos quieren hacerse valer por su trabajo y riquezas, no por su posición social al nacer. El maquillaje se empieza a asociar únicamente a la mujer ya que al no ser trabajadora, puede seguir usando maquillaje porque no tienen ninguna otra función que ser bellas.

En el siglo XX el maquillaje en los hombres solo se usa en el cine, pero según avanza el tiempo, la definición de la masculinidad es cada vez más rígida y cualquiera que se salga de ese molde será asociado a lo femenino y, por lo tanto, despreciado. Este pensamiento es el que ha perdurado hasta nuestros días, salvando a los artistas, con los que la sociedad es más permisiva en cuanto su apariencia porque se les permite ser "excéntricos" poniéndose faldas, maquillándose y jugando con la androginia. 

A principios del siglo XXI aparece una nueva corriente llamada metrosexualidad que incluía a hombres que se cuidaban para verse bien y comienzan a maquillarse de forma muy natural, por lo que las marcas empiezan a sacar líneas de maquillaje para hombres. Como es de esperar, fue un gran fracaso. Jean-Paul Gaultier sacó un lineal de cosmética para hombre llamada Le Male Tout Beau, tout propre en 2004 que fue un fracaso en ventas.

Maquillaje para hombre de Jean Paul Gaultier
GAULTIER

Visto lo visto hasta ahora, se sabe que el maquillaje nunca fue algo exclusivamente femenino hasta hace apenas un par de siglos, estando presente desde la prehistoria.

 No solo se encasilló a los hombres en un caja muy pequeña donde se especificaba que era y que no el ser un hombre, lo mismo pasó con las mujeres. Desde mediados del siglo XX se relaciona a la mujer con una apariencia muy femenina, cuidada y maquillada. El maquillaje es un requisito para lo que se considera "una mujer de provecho", incluso han llegado a despedir a trabajadoras por no usarlo.

Por suerte, los tiempos están cambiando. Las nuevas generaciones quieren ser libres y poder vestir y llevar lo que quieran. Cada vez son menos los que tienen miedo a ser como son y dejan atrás esas jaulas que les encerraban. Un hombre puede ser hetero y maquillarse, se puede ser afeminado y no ser gay y las opiniones destructivas de los demás no deben importar en absoluto. La belleza está en la diversidad y la masculinidad frágil pasará a ser algo del pasado. 

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