Alejandra Rubio sí ha roto con Álvaro Lobo, pero Suso Álvarez no es el culpable

Después de algunas semanas de duda, los rumores parece que se han confirmado. Si hasta hace un día todo apuntaba a que Alejandra Rubio y su novio, el DJ Álvaro Lobo, estaban en las horas bajas de su noviazgo por una pequeña crisis, ahora la revista ¡Hola! ha publicado que la hija de Terelu Campos y el joven han roto su noviazgo. Los motivos por los que han cortado esta relación de dos años –y que los había llevado a vivir juntos en Madrid– no han trascendido por el momento, aunque muchos apuntan a que todo se debe a la presencia de una tercera (y conocida) persona.

Sin embargo, la mentada revista asegura que fuentes cercanas a los círculos de la nieta de María Teresa Campos les han podido confirmar que la ruptura no ha tenido nada que ver con su compañero de plató Suso Martínez, a quien todos apuntaban como amante de la joven. Y es que, tal y como se ha podido ver en La isla de las tentaciones y han comentado otros colaboradores, entre los jóvenes existe mucha química, aunque, al parecer, esta no ha sido la causa de que Rubio y Lobo hayan decidido tomar caminos separados.

Una buena etapa profesional

Aunque en lo sentimental no esté pasando por la mejor de las épocas, en lo profesional la hija de Terelu parece estar gozando de una buenísima racha. Además de continuar sus estudios en la universidad, Alejandra debutó hace algunas semanas como colaboradora televisiva de la mano de La isla de las tentaciones. Un inicio algo complicado, según su propia madre, que pronto ha quedado atrás, ya que la benjamina del clan Campos ha demostrado que de casta le viene al galgo y que tiene madera de sobras para forjar sus tablas en los platós de Mediaset.

Además, se ha subido de la mano de Agatha Ruiz de la Prada a la pasarela de la Madrid Fashion Week, donde ha desfilado con la nueva colección de la diseñadora para la temporada otoño invierno 2020-2021. Un evento muy importante para la joven en el que ya destacó la ausencia de Álvaro Lobo y disparó, de nuevo, unas alarmas de ruptura que han acabado confirmándose.