Un avión de la compañía de bajo coste Pegasus Airlines ha sufrido un accidente este miércoles en el aeropuerto Sabiha Gökçen, de Estambul (Turquía), al salirse de la pista y despeñarse por un terraplén cuando realizaba la maniobra de aterrizaje. Tras deslizarse por el asfalto unos 50 metros y caer por una pendiente desde una altura de 30 metros, la nave ha impactado contra el suelo y se ha roto en tres trozos, en un siniestro que ha dejado tres fallecidos y 180 heridos, según informó el ministro de Salud, Fahrettin Koca. 

"Tres ciudadanos han perdido la vida. Otros tres siguen en cuidados intensivos", declaró Koca en un comunicado a medios turcos. Otros 180 pasajeros siguen ingresados en hospitales de la zona, aunque se encuentran en buen estado de salud.

La aeronave, que procedía de Esmirna y transportaba 183 personas entre tripulación y pasajeros -incluidos dos bebés-, ha sufrido también un incendio menor antes de chocar contra el suelo y partirse en tres. Tras el impacto, algunos viajeros han comenzado a salir por las grietas del fuselaje, mientras que otros han tenido que ser rescatados por los equipos de emergencias.

Según la gobernación de Estambul, el avión derrapó tras tomar tierra y acabó precipitándose por un terraplén de 30 metros, lo que provocó que se partiera.

El accidente se produjo tras un aterrizaje difícil y en un primer momento se creía que no había causado víctimas, dado que parte de los pasajeros abandonaron el avión por su propio pie.

Por el momento, se desconocen las causas exactas del accidente. Las autoridades han iniciado una investigación de la caja negra de la aeronave, de diez años de antigüedad, para averiguar los detalles del siniestro. 

El aeropuerto de Sabiha Gökçen, el menor de los dos de Estambul y que se halla en la parte asiática de la ciudad, ha restablecido su actividad habitual. El accidente provocó el cierre de dicho aeródromo y los vuelos se desviaron al Aeropuerto Internacional de Estambul y a los de provincias cercanos.

Este accidente se produjo apenas un mes después de que otro avión de la compañía Pegasus patinase en la pista de este mismo aeropuerto, en un siniestro que ocurrió el 7 de enero y en el que no hubo que lamentar víctimas mortales ni heridos.