Queman un barco científico en los estuarios del Guadalquivir que ayudaba contra la pesca ilegal de anguilas

  • Detrás del suceso podrían estar los pescadores furtivos que eslquilman los fondos del río
Las Guardia Civil investiga el incendio de un barco en Lebria, en Sevilla, la madrugada del jueves. Se trataba de una embarcación científica que analizaba el estado de los estuarios del río Guadalquivir, especialmente de las angulas, pescadas ilegalmente por furtivos desde hace una década. Manuel, el propietario del barco, está destrozado. Es la segunda vez que le ocurre, la primera le hundieron la embarcación, esta vez le han prendido fuego. Asegura que es una venganza, porque él trabaja con la Universidad de Córdoba y la Junta de Andalucía para controlar el estado de los fondos del río, unos fondos esquilmados por los ilegales.
Las Guardia Civil investiga el incendio de un barco en Lebria, en Sevilla, la madrugada del jueves. Se trataba de una embarcación científica que analizaba el estado de los estuarios del río Guadalquivir, especialmente de las angulas, pescadas ilegalmente por furtivos desde hace una década. Manuel, el propietario del barco, está destrozado. Es la segunda vez que le ocurre, la primera le hundieron la embarcación, esta vez le han prendido fuego. Asegura que es una venganza, porque él trabaja con la Universidad de Córdoba y la Junta de Andalucía para controlar el estado de los fondos del río, unos fondos esquilmados por los ilegales.
Las Guardia Civil investiga el incendio de un barco en Lebria, en Sevilla, la madrugada del jueves. Se trataba de una embarcación científica que analizaba el estado de los estuarios del río Guadalquivir, especialmente de las angulas, pescadas ilegalmente por furtivos desde hace una década. Manuel, el propietario del barco, está destrozado. Es la segunda vez que le ocurre, la primera le hundieron la embarcación, esta vez le han prendido fuego. Asegura que es una venganza, porque él trabaja con la Universidad de Córdoba y la Junta de Andalucía para controlar el estado de los fondos del río, unos fondos esquilmados por los ilegales.
Las Guardia Civil investiga el incendio de un barco en Lebria, en Sevilla, la madrugada del jueves. Se trataba de una embarcación científica que analizaba el estado de los estuarios del río Guadalquivir, especialmente de las angulas, pescadas ilegalmente por furtivos desde hace una década. Manuel, el propietario del barco, está destrozado. Es la segunda vez que le ocurre, la primera le hundieron la embarcación, esta vez le han prendido fuego. Asegura que es una venganza, porque él trabaja con la Universidad de Córdoba y la Junta de Andalucía para controlar el estado de los fondos del río, unos fondos esquilmados por los ilegales.

Las Guardia Civil investiga el incendio de un barco en Lebrija, en Sevilla, la madrugada del jueves. Se trataba de una embarcación científica que analizaba el estado de los estuarios del río Guadalquivir, especialmente de las angulas, pescadas ilegalmente por furtivos desde hace una década. 

Manuel, el propietario del barco, está destrozado. Es la segunda vez que le ocurre, la primera le hundieron la embarcación y esta vez le han prendido fuego. Asegura que es una venganza, porque él trabaja con la Universidad de Córdoba y la Junta de Andalucía para controlar el estado de los fondos del río, unos fondos esquilmados por los ilegales.

La pesca ilegal de angulas, que a pie de río se venden a 400 euros el kilo y mucho más si se hacen transacciones a mafias, especialmente orientales, que se dedican a su tráfico, causa una gran destrucción en la vida de los ríos porque se usan redes de un milímetro de luz de malla, en las que caen todas las especies que cohabitan con la angula.

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