Las prestaciones por las que todavía te compensa comprar un coche diésel

La amplia gama de motores que ofrece el mundo del automóvil a día de hoy nada tiene que ver con la dicotomía gasolina-diésel que imperaba hace una década. Los combustibles fósiles parecen estar en desventaja frente a los eléctricos con diferentes baterías y los híbridos, pero todavía compensa apostar por la motorización diésel.

Se acabaron los años de oro en los que salía mucho más rentable comprar un coche diésel, ya que se suponía que contaminaban menos que los de gasolina y su adquisición estaba dotada de ayudas a la financiación, además de que repostar salía muchas más barato.

El funcionamiento de un mechero podría salvar a los motores diésel

Aunque estos motores no expulsen CO2, sí que emiten óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas nocivas y llenar el depósito ya no es tan barato como antes, sobre todo ahora que se espera que el Gobierno de España aumente los impuestos sobre este derivado del petróleo.

Además, los nuevos planes para frenar la contaminación en las grandes ciudades han atacado a los vehículos de gasolina y diésel impidiéndoles la circulación por grandes áreas urbanas. Sin embargo, esta restricción afecta a vehículos anteriores al 2000 y al 2006, mientras que los nuevos diésel sí pueden acceder al distintivo ECO de la DGT (si cumplen la normativa EURO 6).

¿Cuándo conviene comprar un diésel?

Una vez presentado a grandes rasgos el panorama al que se enfrentan los diésel, sabiendo que son contaminantes (aunque la tecnología vaya reduciendo sus emisiones), pero que por otro lado consumen menos combustible y no expulsan CO2… ¿te conviene comprar un coche que funcione con este combustible? La respuesta es sí si estás dentro de estos supuestos:

- Usas el coche para viajes largos: aunque el precio de los carburantes suba y se iguale, los motores diésel acaban consumiendo menos en las largas distancias, por lo que son una motorización más rentable si usas el coche en desplazamientos largos.

- Tus desplazamientos son por carretera: los sistemas anticontaminación de los diésel funcionan mejor en las vías en las que pueden alcanzar una cierta velocidad y mantenerla de forma constante, así que si tus trayectos son interurbanos mejor apostar por un diésel.

- Coches grandes: a más peso, más gastos de combustible, por lo que convienen este tipo de motorizaciones. Aunque en general, los coches grandes son más contaminantes y salen más caros, así que adquiere uno sólo si satisface tus necesidades.