El policía que salvó a un bebé de 54 días: "Tengo un niño y sabía que tenía que dar no el 100%, sino el 200%"

  • Los agentes relatan a 20minutos cómo vivieron aquellos minutos de tensión que al final terminaron con final feliz.
Ruimán Díaz Miranda y Juanjo Jiménez Palomo, los policías que salvaron a un bebé en Russafa (Valencia)
Juanjo Jiménez (izq.) y Ruymán Díaz (dcha.), los policías que salvaron a un bebé en Valencia.
POLICÍA NACIONAL
Ruimán Díaz Miranda y Juanjo Jiménez Palomo, los policías que salvaron a un bebé en Russafa (Valencia)

Justamente este martes se cumplen diez años desde que Ruymán Díaz Miranda se calzó el uniforme de la Policía Nacional por primera vez. Sus compañeros se lo han tenido que recordar, porque él está agotado. No ha pegado ojo en toda la noche: la tarde anterior él y el agente Juanjo Jiménez Palomo consiguieron salvar la vida de una criatura de 54 días de vida. Los dos relatan a 20minutos cómo vivieron aquellos minutos.

¿Qué estaban haciendo cuando recibieron la llamada? 

Juanjo Jiménez Palomo: Estábamos en la confluencia de Xàtiva con San Vicente Mártir y nos entró una llamada de estas que dices... preocupante. Una madre tenía al niño que no respondía en la calle Cuba (Russafa). Dijeron que fuese para allá el coche que más cerca estuviera. Salimos corriendo.

Ruymán Díaz Miranda: Nos metimos contradirección, con los coches viniendo de frente… Cuando llegamos, los familiares habían bajado a la vía pública. La mujer estaba en shock con el niño en brazos.

¿Cómo actuaron al ver que el bebé estaba inconsciente? 

R. D. M.: Lo volteé por si tenía algún objeto extraño, pero enseguida le pregunté a la madre: "¿Qué ha pasado?", y me dijo que le había puesto unas gotas en la nariz y que el niño había empezado a convulsionar. Entonces me dije... No es un objeto extraño. Le di la vuelta y empecé el masaje cardíaco con los dedos. En unos 8 o 10 segundos el niño empezó otra vez a abrir los ojos, pero enseguida volvió a tener una especie de ataque, con los ojos para atrás, inmóvil... Y ya me tocó reanimarlo otra vez. Así unas 10, 15 o 20 veces durante 20 minutos.

Un agente de la Policía con el bebé auxiliado
El agente de la Policía con el bebé auxiliado
POLICÍA NACIONAL

J. J. P.: Imagínate la crispación, con los seis o siete familiares que había, además de la gente que pasaba por la calle Cuba... La gente se echaba encima del bebé todo el rato. Yo intentaba que mi compañero estuviera solo para que pudiera hacer su función. Aparté a la gente, llamé a los servicios urgentes para que acudiesen al lugar y me puse en contacto con un médico a través del 112 que me iba dando instrucciones y yo se las iba transmitiendo a mi compañero: ¡Ponlo erguido! ¡Dale una palmada en la espalda! ¡Ponlo así!...

¿Qué era lo que le ocurría? 

R. D. M.: Nos dijeron en el hospital que tenía bronquiolitis y que la madre le puso esas gotas para que soltara la mucosidad, pero al chiquillo le dio reacción y se le complicó con temas de apnea. Por eso se le cerraban los bronquios.

Dado que los bebés son muy frágiles, imagino que la reanimación fue delicada.

R. D. M.: Para salvar al bebé, más que nada, y esto se me ha quedado grabado, hay que estar sereno para poder centrarse, atender a lo que estás haciendo y ponerse manos a la obra. Si te quedas en shock, se muere. En ese momento recordé cómo se hacía la maniobra pediátrica y me puse a ello. Y hemos tenido resultado feliz, que al final es por lo que nos metemos en la Policía, para salvar vidas. Yo tengo un niño, y sabía que tenía que dar no el 100%, sino el 200%.

Siendo padre, además, debió ser una experiencia muy intensa. 

R. D. M.: Cuando lo recuperaba y lo cogía en brazos otra vez, en una ocasión intentó vomitarme y yo decía: "Vomítame, por Dios, venga campeón". Todo el rato pensaba: "Que no se me muera, que no se me muera..." porque si se me muere el bebé, yo hubiera estado... Vamos, es que te marca. De repente el niño me miraba y al momento se le iban los ojos. Esta noche no he pegado ojo en mi casa. Hoy cuando nos hemos enterado de que el niño estaba mejor, nos hemos quitado un peso grande.

¿Es la primera vez que se enfrentan a una situación así? 

J. J. P.: Tuve una experiencia con un bebé al que me dieron más o menos en las mismas circunstancias, pero estaba a dos calles del hospital y lo llevé allí. También tuve un parto, pero la ambulancia llegó a tiempo.

R. D. M.: En 2014 estaba fuera de servicio con mi mujer y mi hijo en una playa en Cullera y me pareció que había alguien que se estaba ahogando. Me tiré al agua y a 60 metros lo salvé. Era un hombre.

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