Un portavoz del comité de empresa del hotel H10 Costa Adeje Palace, en el que hay casi 700 turistas aislados por el coronavirus, ha afirmado este miércoles que los trabajadores están "desbordados y cansados".
En declaraciones a Europa Press, Manuel Fitas ha explicado que los empleados, algo más de 40, realizan jornadas laborales de entre 16 y 18 horas cuando debería haber unos 180, por lo que espera que se "permita" la entrada de más trabajadores que quieren entrar "por los compañeros, la empresa y los clientes".
Fitas, cuyo sindicato es el mayoritario en el comité de empresa, ha apuntado que se están prestando "servicios mínimos" y, por ejemplo, no hay buffet en el comedor y la comida se lleva a la habitación de los clientes. "Los trabajadores llevan a cabo su labor por responsabilidad y siguiendo el protocolo pero están desbordados", ha indicado.
Ha señalado también que la primera persona que le avisó del aislamiento en el hotel fue su esposa, delegada de prevención de riesgos laborales y que quedó "retenida" tras la orden judicial de precintar el complejo.
Fitas ha indicado que el protocolo "está bien" pero los clientes "no entienden por qué están confinados", al tiempo que resalta que su hija, de siete años, "ha ido al colegio" pese a que habitualmente duerme con sus padres y la madre, trabajadora del hotel, ha estado conviviendo con los turistas italianos que dieron positivo desde el día 17.
"Mi mujer llevaba una semana en contacto y nadie me ha dicho que no lleve a mi hija al colegio", ha señalado.
Por otra parte, un vídeo refleja la actualidad en la que viven dentro del hotel. En él se relata como una turista británica, con las maletas listas para volver a casa, recibe la notificación que le va a hacer cambiar sus planes.
Como ella, alrededor de 700 clientes han recibido el mismo papel en el que se les prohíbe la salida. Muchos turistas bajaron entonces a la recepción en busca de información.
Los trabajadores del hotel llevan mascarillas con filtro, incluso guantes para evitar contagios. Una patrulla de policía asegura el aislamiento desde primera hora de la mañana. Y en los alrededores del hotel, más agentes. Los ven en los accesos a la playa o patrullando el perímetro de seguridad.
Otra imagen que no esperaban captar en vacaciones es la de periodistas, policías y trabajadores en las afueras del hotel. Provisiones de agua y mascarillas llegan a los clientes. En el interior por ahora el ambiente está calmado, todos los servicios funcionan con normalidad y llamadas a casa que tranquilizan.
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