Las discrepancias entre los dos partidos del Gobierno de coalición sobre la ley del "solo sí es sí" aprobada por el ministro de Igualdad de Irene Montero no han quedado de puertas para adentro en Moncloa. A las filtraciones de acusaciones entre ministerios por entorpecer la aprobación de la norma se sumó este martes una crítica directa del vicepresidente Pablo Iglesias, que señaló que "en las excusas técnicas hay mucho machista frustrado", en clara referencia al ministro de Justicia y que, lejos de diluirse, ha sido respondida por los socialistas.

El propio Juan Carlos Campo se ha pronunciado este miércoles por primera vez sobre el asunto y ha defendido su gestión para garantizar que la ley fuera "lo más perfecta posible": "Hay ministerios un poco más antipáticos como Hacienda o Justicia, nos vamos poniendo tiquismiquis para que las leyes que salgan del Gobierno sean lo mas perfectas posibles". Para rebajar la tensión, ha señalado que su departamento "colabora con el Ministerio de Igualdad".

El acoso sexual a las mujeres en la calle y en los bares será delito y acarreará multas, arrestos o trabajos comunitarios

Campo no ha querido agrandar la polémica y ha restado importancia a los calificativos alegando que "los políticos hablamos demasiado", aunque sí ha recalcado que esta es una "ley del Gobierno, de un gobierno feminista" y se ha felicitado por que vea la luz. 

La de Campo no ha sido la única respuesta por parte de los socialistas. La portavoz parlamentaria del PSOE, aunque fuera del Ejecutivo de Pedro Sánchez, no ha querido dejar pasar la oportunidad de intervenir en la polémica alegando en un desayuno informativo que "no hay ministros machistas, aquí hay un Gobierno feminista del primero al último".

La portavoz del PSOE ha querido dejar claro que la aprobación por el Consejo de Ministros del anteproyecto de ley de libertad sexual representa "una victoria del Gobierno de coalición".

La elaboración de esta norma y sobre todo la fecha de su aprobación por el Consejo de Ministros ha sido motivo de discordia entre los dos socios de la coalición, con Podemos presionando para que el Gobierno aprobara el anteproyecto antes de la fecha simbólica del 8 de marzo, Día de la Mujer.