China ya no registra contagios locales por coronavirus fuera de Wuhan: ¿sus medidas son ejemplares contra el brote?

Empleados de una fábrica de la compañía Hytera, en Shenzhen (China), se colocan trajes protectores para evitar contagios del coronavirus COVID-19, antes de entrar a trabajar.
Empleados de una fábrica de la compañía Hytera, en Shenzhen (China), se colocan trajes protectores para evitar contagios del coronavirus COVID-19, antes de entrar a trabajar.
ALEX PLAVEVSKI / EFE
Empleados de una fábrica de la compañía Hytera, en Shenzhen (China), se colocan trajes protectores para evitar contagios del coronavirus COVID-19, antes de entrar a trabajar.
Empleados de una fábrica, en Shenzhen (China), se colocan trajes protectores.
EFE

Mientras el coronavirus continúa causando estragos en todo el planeta y ya no quedan países de la Unión Europea libres de la epidemia tras dos positivos en Chipre este lunes, en China siguen las buenas noticias. Por segundo día consecutivo, el gigante asiático no ha registrado ningún contagio local fuera de la ciudad de Wuhan -origen del brote-. Las drásticas medidas de cuarentena desde que se detectaron los primeros casos en el país, parecen haber surtido efecto, pero ¿es un ejemplo a seguir para el resto de estados?

La Comisión Nacional de Salud china confirmó  este lunes solo 40 nuevos casos de coronavirus, 36 de los cuales corresponden a la ciudad de Wuhan. Los otros cuatro se detectaron en la provincia noroccidental de Gansú y todos estuvieron relacionados con un vuelo llegado a su capital, Lanzhou, desde Irán -el tercer país con más fallecidos-. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que más del 70% de las personas infectadas por coronavirus en este país asiático ya se han recuperado.

Desde el 23 de enero la provincia de Hubei -donde se encuentra Wuhan y con una población de 60 millones de habitantes- permanece en cuarentena, un aislamiento que se amplió después a buena parte del país para tratar de contener los contagios. Cierre de colegios, restricciones en los desplazamientos, prolongación de las vacaciones de Año Nuevo, ciudadanos confinados en sus casas sin poder salir... son algunas de las contundentes medidas que el Gobierno chino impuso para luchar contra la epidemia a cientos de millones de personas.

En Wuhan y otras ciudades de la provincia de Hubei, la población no puede pisar la calle y reciben los alimentos mediante repartidores. El aislamiento es total, con las consiguientes consecuencias psicológicas. Ahora, la estela del gigante asiático lo siguen países como Italia -el segundo con más fallecidos a causa del coronavirus-, que ha prohibido el desplazamiento entre regiones salvo por "motivos comprobados de trabajo" o "exigencias familiares o sanitarias".

El Gobierno chino saca pecho

En vista de cómo el coronavirus azota otras zonas del planeta mientras el número de contagios se reduce desde hace días en la potencia asiática, el Gobierno no ha dudado en sacar pecho para proponer su modelo para combatir el coronavirus como el más adecuado. “Los progresos de China ofrecen esperanza, experiencia para la lucha de Europa contra el virus”, escribió el sábado la agencia de noticias estatal Xinhua.

Asimismo, este medio oficial retrató al presidente chino, Xi Jinping, como un "niño de corazón puro que siempre sitúa a su pueblo como su prioridad número uno". Sin embargo, la propaganda no es infalible, y la viceprimer ministra, Sun Chunlan, visitó la semana pasada una urbanización de Wuhan para contrastar la eficacia del reparto de alimentos a los ciudadanos encerrados. Allí fue recibida a gritos: "¡Es falso! ¡Es todo falso! ¡Las autoridades mienten!".

A pesar de las cifras positivas que está registrando China en las últimas semanas, el secretario general de la Comisión Política y Legal del Partido Comunista de China (PCCh), Chen Yixin, ha llamado este lunes a no bajar la guardia ante el descenso de los nuevos casos en el país. "No debemos reducir la vigilancia contra la epidemia ni los requisitos de prevención y control", ha defendido.

Cuarentena en Pekín

En Pekín, más de 800.000 personas están en cuarentena domiciliaria de 14 días tras concluir las vacaciones extendidas por la Fiesta de la Primavera y regresar a la capital China, según anunció el viernes la oficina municipal de control epidémico.

Otras ciudades, como Shanghái, han reforzado estos días los controles a través de escáner en sus aeropuertos a los pasajeros de vuelos procedentes de Irán e Italia entre otros países.

Además, aunque en las últimas semanas ya han vuelto al trabajo 78 millones de personas, según el Gobierno, todavía faltan por regresar más de 50 millones. Este retorno preocupa a las autoridades chinas por las consecuencias que pueda generar, ante un posible contagio.

Restricción de movimientos en Italia y cierre de colegios en España

Ahora, tras el éxito de la estrategia en China y el avance de la enfermedad en Europa, algunos países han endurecido las disposiciones adoptadas. Es el caso de Italia, que extiende las medidas del norte del país a toda la península, por lo que se restringen los movimientos en todo el territorio.

En España, este lunes se ha decretado la suspensión de las clases durante 14 días en los centros escolares y universitarios en la Comunidad de Madrid, Vitoria y Labastida (Álava) para contener la expansión del brote. Ahora que diferentes países siguen la estela de China, habrá que ver qué ocurre en el gigante asiático cuando los trabajadores vuelvan a sus puestos y los niños a los colegios.

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