Los acusados por el crimen de la Urbana no tienen trastornos de personalidad y eran conscientes de sus actos

  • Los peritos apuntan a que Peral podría haber exagerado en el examen psicológico.
  • Fiscalía y acusación particular ponen en duda los informes de los expertos privados contratados por Peral.
Rosa Peral, acusada por el crimen de la Urbana, durante la sesión del juicio del 10 de marzo.
Rosa Peral, acusada por el crimen de la Urbana, durante la sesión del juicio del 10 de marzo.
JORDI PUJOLAR / ACN
Rosa Peral, acusada por el crimen de la Urbana, durante la sesión del juicio del 10 de marzo.

Los acusados por el crimen de la Guardia Urbana, Rosa Peral y Albert López, no tenían ningún trastorno de personalidad y eran conscientes de lo que hacían, según han apuntado los peritos psicológicos que han intervenido en la sesión del juicio de este martes, que han descartado cualquier patología. 

Los forenses públicos han explicado que sus pruebas (una entrevista clínica y un test de personalidad). Han dicho que Albert López no tiene "ningún tipo de alteración psíquica que pueda afectar a la capacidad de saber lo que hace y querer hacer lo que hace". 

Peral describió a López como "un poco psicópata"

En el caso de Rosa Peral han manifestado que los parámetros están dentro de la "normalidad" aunque tiene "necesidad de aprobación social, control de sus acciones y las relaciones personales y cierta rigidez"

Los peritos públicos han dicho que durante la entrevista clínica ella describió a su exmarido, Rubén R., como un controlador, y del acusado dijo que "es un poco psicópata" y violento. 

A preguntas de la Fiscalía, han afirmado que vieron una "demonización evidente de Rubén y Albert y una idealización de Pedro", la víctima y pareja de Peral en el momento del crimen.

Peral explicó a los forenses que encubrió a López tras el asesinato porque él la amenazó con hacerles daño a sus hijas, y han señalado en ella una "marcada ansiedad" que atribuyen a que estaba en prisión preventiva, ya que las pruebas las hicieron en septiembre de 2017, cinco meses después del crimen. 

Según un informe encargado por la defensa de la acusada esta podría haber actuado con miedo, pero para los otros expertos podría haber exagerado en ese sentido. 

Examen de los péritos privados contratados por su defensa

A Peral también la han examinado los peritos privados contratados por su defensa, quienes han coincidido en señalar su estado de ansiedad y, aunque han descartado que sufriera ningún trastorno, consideran que "si existe algún tipo de alteración en la capacidad de obrar libremente en cualquier conducta" que atribuyen a miedo que ella expresó hacia el acusado. 

Los expertos privados consideran que, a raíz del deseo de proteger a sus hijas, Peral desarrolló "una limitación de la capacidad de hacer autónoma y libremente", y el fiscal ha puesto en duda que se pueda atribuir esa limitación al miedo a López basándose solo en el discurso de la acusada, ya que los peritos privados no han examinado a López y solo cuentan con la versión de ella. 

El fiscal duda de los temores de la acusada 

El fiscal también ha subrayado que el 12 de mayo, un día antes de ser detenida y 11 después del crimen, Peral advirtió a la policía de sus sospechas sobre López, pero no explicó todo lo que pasó esa noche: "¿Qué pasa, que el temor reverencial desaparece a etapas? ¿Le desaparece para decir que sospecha pero no para decir qué paso?". 

También ha exhibido las llamadas de los dos acusados para poner en duda que ella tuviera miedo de López y ha mostrado mensajes románticos que ella le escribió con el mismo propósito. 

El abogado de la acusación particular, Juan Carlos Zayas, se ha valido de la opinión de los peritos públicos para poner en duda los informes privados: han señalado como "extrañamente intensa" la puntuación que daban a la ansiedad de Peral, que era de 115 sobre 115. 

Respecto a López, cuyo informe hicieron el 8 de septiembre de 2017, los forenses públicos han señalado que "no había ningún tipo de situación o dato que pudiera hacer sospechar algún tipo de alteración". 

Durante la entrevista, López relató que la noche del crimen fue a casa de Peral porque ella le dijo que "había pasado algo" y al llegar la encontró llorando y le dijo que la víctima, Pedro R., estaba en el maletero del coche. 

Sobre López: "Sabía lo que había hecho perfectamente"

López explicó a los psiquiatras que quiso llamar a los Mossos d'Esquadra pero Peral le pidió que no lo hiciera por miedo a perder la custodia de sus hijas: el acusado asumió durante la entrevista clínica que había encubierto a la acusada y los médicos consideran que "sabía lo que había hecho perfectamente". 

También se mostró dispuesto a asumir las consecuencias de haber encubierto a Peral y dijo a los psiquiatras que tenía esperanza en que la condena no fuera superior a cinco años de prisión, la Fiscalía pide 24 de asesinato, y los médicos también reflejaron en el informe que López "no encuentra explicación lógica de por qué actuó así y no llamó a la policía". 

Istriónico, compulsivo y narcisista

A raíz del test de personalidad, los forenses han hallado en el carácter de López elementos histriónicos, compulsivos y narcisistas, lo que relacionan con personas que desean aceptación social y presentar una imagen positiva de sí mismos, y descartan que el acusado tenga ninguna patología que le impidiera ser consciente de sus actos. 

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