El Congreso tendrá que improvisar: ni el Reglamento ni la Constitución prevén cómo debe actuar en una pandemia

La crisis del coronavirus está afectando de forma acusada a las instituciones y el Congreso no es una excepción. Este jueves se ha reunido a las 13.00 horas su Junta de Portavoces para debatir qué hacer ante una situación en la que tres diputados (dos de Vox y Ana Pastor, del PP) han dado positivo en la infección, al igual que la ministra Irene Montero, lo que ha obligado al vicepresidente segundo Pablo Iglesias a quedar en cuarentena. Allí se debatirá cómo mantener en marcha el poder legislativo en una situación para la que no hay recetas previstas.

El pasado martes, la Mesa del Congreso decidió suspender el pleno de esta semana por la decisión de Vox de no acudir y aislar a todo su grupo parlamentario, que había estado en contacto con el secretario general Javier Ortega Smith, uno de los infectados. En principio, lo previsto era retomar la actividad la semana que viene. Pero los nuevos casos lo ponen en duda, según confirman fuentes parlamentarias.

La Junta de Portavoces, en la que están presentes los números 1 de todos los grupos parlamentarios, está debatiendo la cuestión este jueves a partir de las 13.00 horas y remitirá sus recomendaciones a la Mesa, que será la encargada de tomar la decisión. Algunos grupos, confirman las fuentes consultadas, abogan por suspender también el pleno de la semana que viene para evitar males mayores.

Pero si se agravase la situación y comenzasen a aparecer más casos que obligaran a otros grupos a aislarse como ha hecho el de Vox, los órganos de gobierno de la Cámara tendrían que improvisar, porque el reglamento no prevé cómo actuar en caso de que enfermedades o infecciones impidan a una parte importante de los diputados acudir a las sesiones y las comisiones.

El voto telemático, una solución parcial

Así lo confirma José María Morales, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla y experto en derecho parlamentario, que explica que "la situación es tan anómala que no existe ninguna previsión constitucional" al respecto. "Estamos en un punto tan excepcional que es probable que parte de lo que se haga sea aconstitucional" porque habrá que irlo legislando sobre la marcha, llega a señalar.

Lo único que recoge el reglamento del Congreso es la posibilidad de votar telemáticamente en caso de enfermedad, un mecanismo que fuentes parlamentarias consideran que podría utilizarse de manera masiva si fuera necesario. El problema de que todo un grupo parlamentario utilizara el voto telemático es que ese grupo no podría intervenir en las sesiones plenarias, de celebrarse estas, aunque sí votar.

Además, el pasado martes la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, planteó otra posibilidad, impulsada por su homóloga de Coalición Canaria, Ana Oramas: la de plantear una reforma exprés del reglamento del Congreso para facultar a la Diputación Permanente –el órgano reducido que se ocupa del día a día cuando el Congreso se encuentra fuera de los periodos de sesiones– a hacerse cargo de la actividad ordinaria.

Eso, entre otras cosas, permitiría que allí compareciera el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como ha solicitado el PP, que en un principio buscaba que Sánchez se presentara ante el pleno del Congreso. No obstante, fuentes parlamentarias consideran que hay "dudas" sobre la constitucionalidad de dar más poderes a la Diputación Permanente, ya que la Constitución señala que tiene poderes limitados, como el de convalidar decretos.