La gravedad de la emergencia del coronavirus ‘rehabilita’ la guía de Trabajo para empleados y empresas

Hace una semana, cuando ya se gestaban muchos de los casos de coronavirus que se contabilizan ahora, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, experimentó el vacío de buena parte del Gobierno, por la guía que había difundida su Ministerio para recomendar el teletrabajo o dar luz verde para que los empleados abandonaran sus puestos “inmediatamente” ante un caso positivo de coronavirus en el lugar de trabajo. 

Cuando se publicaron la semana pasada, estas instrucciones fueron puestas en sordina. Días después, del presidente, Pedro Sánchez, para abajo, todo el Gobierno pide a los ciudadanos que permanezcan en sus casas y trabajen a distancia. A petición de los agentes sociales, se estudian condiciones específicas para que las empresas presenten ERTES.

Todos estos elementos figuran en la guía que difundió Trabajo, recuerdan ahora en este Ministerio. Lo hizo en respuesta a las demandas de trabajadores y empresarios que llevaban días trasladando al Ministerio, donde afirman que llevan 15 días con el trabajo ya hecho. Pasados los días y ante el empeoramiento de la emergencia por el coronavirus, constatan que se está aplicando en todos sitios.

Sin embargo, una parte del Gobierno no lo vio así y tampoco sindicatos y representantes de los empresarios . Apenas horas después de que Trabajo difundiera su guía la semana pasada, desde la Secretaría de Estado de Comunicación lo que se difundió fue otra indicación, igualmente precisa. “Las indicaciones sobre la evolución del coronavirus y las medidas a tomar en España las está ofreciendo el Ministerio de Sanidad", advirtió Moncloa un día después. A lo largo de la jornada, ministros como la de Hacienda, María Jesús Montero, o de Seguridad Social, José Luis Escrivá, repitieron esta consigna frente a una guía que también recibió críticas de patronal y sindicatos.

Error y estrategia

Todo ocurrió, además, en una semana marcada por las desavenencias dentro de la coalición por la Ley de Libertades Sexuales y la polémica sobre la guía de Trabajo se echó en el saco de una diferencia más entre los socios del Gobierno. Pasados los días, este movimiento de Díaz fue el primero en una cadena de medidas que Sánchez ha optado por anunciar a cuenta gotas, paso a paso.

La CEOE la consideró un “error” porque suponía dar luz verde para paralizar la producción y agradeció a Moncloa la “aclaración” de que las instrucciones válidas solo eran las de Sanidad. CCOO y UGT la criticaron por quedarse corta y no tener en cuenta circunstancias que hacían que, por ejemplo, no todos los trabajadores pudieran acogerse a un ERTE. Este jueves, patronal y sindicatos acordaron en una reunión por videoconferencia con Sánchez reflexibilizar los expedientes temporales de empleo debido al coronavirus.

A pesar de como se han ido sucediendo los acontecimientos desde que se publicó la guía de Trabajo, en el departamento de Díaz tratan de no darle mucha gravedad. No se sintieron desautorizados la semana pasada y ahora ven que está siendo la pauta general de comportamiento. Lo volverían a hacer, dicen.