Como estaba previsto, OT 2020 vivió este domingo una de sus noches más especiales. También la más histórica, ya que la crisis por el coronavirus y la necesidad de confinamiento en casa provocó una gala muy distinta a las que el talent tiene acostumbrados a los espectadores.
Para empezar, lejos quedaron los focos y el glamour del plató, que fue sustituido por el parqué de la Academia. Desde allí, donde habitualmente hacen los pases de micro, se desarrolló la gala 9 del concurso.
Y lo hizo de una forma muy familiar, muy cercana al espectador. Pero de manera muy extraña, a priori: sin el mencionado plató, sin público, sin bailarines, sin invitados, sin jurado (solo estaba Nina de los habituales, más Miqui Puig), sin expulsado y sin nominados.
Pero con Roberto Leal como maestro de ceremonias, como siempre. Eso sí, desde su casa, junto a su perrito, que no se quiso perder el evento.
Así, fueron cantando uno a uno, que recibieron además visitas virtuales de familiares y amigos que hizo del programa un sinfín de emociones.
Justo lo que necesitamos en estos momentos #OTYoMeQuedoEnCasa @OT_Oficial pic.twitter.com/F8j1zMsT80
— #YoMeQuedoEnCasa (@AdolfoRH) March 15, 2020
No faltaron los fallos técnicos -algún que otro familiar los sufrió y también Alfred García en su conexión para exhibir uno de sus temas-, pero sobraron las emociones de los chavales y del equipo de OT ante una situación tan anómala.
Al final, se decidió que los votos hacia los expulsados se quedaran acumulados a la espera de decidir quién sale, si Hugo o Gerard, la próxima semana, o "en cuanto sepamos cuando será la próxima gala", como anunció Tinet Rubira en Twitter.
Sí hubo favorita, Samantha, que eligió a Flavio como pareja de una cena muy especial que tendrá lugar, cómo no, también en la Academia.
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