Mayores de Barcelona cambian las 'ramblas del colesterol' por el ejercicio físico en casa usando las tecnologías

Los principales paseos de Barcelona ciudad están desiertos desde hace 9 días, los que lleva gran parte de la población confinada en casa. La imagen de soledad absoluta es bien patente en ramblas que diariamente se llenaban de personas mayores que paseaban al sol o caminaban para mantenerse en forma y dar mejores indicadores en las analíticas clínicas. 

Las "ramblas del colesterol", vacías y sustituidas por Internet

De ahí que, en muchos barrios, estos paseos se conozcan bajo el sobrenombre popular de "ramblas del colesterol". La universalmente famosa Rambla de Barcelona es uno de estos espacios despojados de todo paseante. 

Los agentes de la autoridad son los únicos fijos del recorrido desde hace casi una semana. Otras ramblas de renombre de la capital catalana también lucen solitarias estos días. Tres de ellas, en el distrito de Sant Martí: la del Poblenou, la Guipúscoa y la Prim. 

El 50% de los mayores de 65 años se conectan a Internet en casa a través del móvil

Muchos vecinos que hasta la semana pasada no faltaban a sus actividades físicas en centros de día o centros cívicos están viendo reducida drásticamente su actividad física al tratarse, además, de un colectivo de riesgo ante la propagación del coronavirus. No en vano, se están registrando defunciones en varios geriátricos catalanes y del resto del Estado. 

El pasado día 11 de marzo, cuando todavía no se había decretado el estado de alarma en España, Barcelona decidía cerrar los 58 'casals' municipales de persomas mayores de la ciudad.

Clases de taichi por Youtube o Whatsapp

Gracias a las nuevas tecnologías, disponibles desde sus teléfonos móviles, muchos mayores están intentando mantenerse en forma física y mental para sobrevivir al confinamiento. Whatsapp es la aplicación preferida de la gente de edad avanzada. El 50% de los mayores de 65 años se conectan a Internet en casa a través del móvil.

Es el caso del grupo de taichi del Casal de Gent Gran Joan Casanelles del Clot de la Mel, uno de los que ha cerrado. Mediante el grupo de Whatsapp se mantienen estos días en contacto y se pasan consejos para resistir al encierro.

Pilar Pueyo, de 66 años, se está sirviendo de un tutorial del Youtube para hacer algo de ejercicio cada día. 

A Pilar González, también de este grupo, y de 74 años, la rutina le ayuda a ella y a su marido a sobrellevar el sedentarismo obligado."Nosotros nos levantamos,  desayunamos y hacemos alguna tarea de casa para mantenernos activos", explica a este diario. "Tras comer y hacer algo de siesta, hacemos una tabla de gimnasia virtual que nos ha pasado mi hija. Luego merendamos, descansamos y cenamos. Y lo combinamos con mucho contacto vía redes y teléfono con amigos y con videollamadas con nuestros dos hijos". 

Rosa Borràs, de 69 años, cree que "más o menos todas las compañeras de este grupo se mantienen en forma con el montón de cosas que podemos hacer en casa y sin salir para nada a la calle". 

En su caso particular, realiza "estiramientos, yoga o taichi para luego acicalarme y hacer la limpieza normal de la casa o la extra". Y hasta le falta tiempo, porque esta actividad la combina con ver películas, cuidar las plantas, seguir las noticias y mantenerse en contacto telemático con sus amigos: "Como tengo familiares muy allegados y amistades que viven solos procuro distraerlos". 

"La inactividad es enemiga del aislamiento", recuerdan los profesionales de salud. Y entre los mayores supone "un factor de riesgo que obstaculiza un buen envejecimiento"

Para aquellos mayores que no conocen maneras de ejercitarse en casa con actividades físicas adaptadas a su estado de salud, los expertos en geriatría recomiendan la aplicación Vivifrail, un proyecto de referencia de promoción del ejercicio para mayores en el que participan más de 5.000 profesionales especializados en personas de edad avanzada.

"La inactividad es enemiga del aislamiento", recuerdan los profesionales de salud. Y entre los mayores supone "un factor de riesgo que obstaculiza un buen envejecimiento". 

Marco Inzitari, geriatra: "Utiliza el confinamiento para descubrir nuevas aficiones muy beneficiosas"

Marco Inzitari es geriatra y director asistencial del Parc Sanitari Pere Virgili y miembro de la Societat Catalana de Geriatria i Gerontologia.

¿Qué supone un encierro como el que estamos viviendo para las personas de edad más avanzada?

Los mayores son especialmente vulnerables a esta crisis sanitaria y a un confinamiento prolongado. La falta de actividad tiene el riesgo añadido de que viene acompañada de una reducción de la estimulación cognitiva y la interacción social. 

¿De qué manera se pueden mantener activos en estas circunstancias?

De muchas. Hay aplicaciones para smartphones y tablets que son óptimas y que les permitirán hacer ejercicios con seguridad al estar personalizados en función de su estado de salud. También, via Whatsapp, se pueden realizar actividades sencillas dentro de un piso siguiendo las recomendaciones del Col.legi de Fisioterapeutes. 

¿Y cómo estar alertas a nivel cognitivo?

Recomiendo utilizar el confinamiento para descubrir actividades de ocio con la pareja, como juegos de mesa, o aficionarse a hacer sudokus o sopas de letras, aprovechando que no se tienen obligaciones habituales como el cuidado de nietos. Les puede ayudar a descubrir nuevas aficiones muy beneficiosas. Una pareja también puede dedicar tiempo, por ejemplo, a bailar en casa o para escuchar música, y reforzar el estado físico, social y anímico.

¿Cómo cultivar el contacto social?

Aquí aparecen de nuevo las tecnologías. Se pueden hacer videoconferencias por Whatsapp con familiares y amigos y utilizar los grupos para quedar a conversar o cenar como nuevas estrategias de vida social. También estamos viendo toda la actividad que se está dando entre vecinos desde los balcones.

¨Se pueden usar los grupos de Whatsapp para quedar a conversar o cenar como nuevas estrategias de vida social¨

¿Y en el caso de los mayores que viven solos?

Pueden mantenerse en contacto con los servicios sociales y de teleasistencia, ambulatorios, asociaciones vecinales o programas de los ayuntamientos. 

¿De qué manera lidiar con la angustia y la sobrecarga emocional que genera el confinamiento forzoso?

Precisamente, la actividad física sirve para estar mejor, distraerse y descargar esta ansiedad. Y recordar que podemos recurrir a opciones de apoyo psicológico o a aplicaciones de yoga, relajación o meditación.

¿Seguir una rutina lo más similar a nuestro día a día ayuda?

Sí. Hay que vestirse como si se fuera a salir a la calle, lavarse, jugar, hablar con los amigos, hacer ejercicio físico, respetar los horarios de comida y de descanso y en definitiva moverse, porque hacerlo menos genera, por ejemplo, peor sueño.