Sánchez no asume el error en la compra a China de los test rápidos defectuosos para detectar el coronavirus
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este sábado que la adquisición de los test rápidos a una empresa china que han tenido que ser devueltos por su baja calidad se debe a las circunstancia en las que se encuentra el mercado de material sanitario para luchar contra el coronavirus. Sánchez ha descrito ese mercado como "súper agresivo” y ha garantizado que España va a comprar otro tipo de pruebas diagnósticas que cumplan con las garantías.
"Ningún país tiene capacidad de producción propia para autoabastecerse de la cantidad de material ingente que necesitamos", ha remarcado el jefe del Ejecutivo, al ser preguntado en la rueda de prensa en la que ha anunciado que todos los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa hasta el 9 de abril.
Sin asumir el error, Sánchez ha afirmado que es el Instituto Carlos III el que garantiza que los tests rápidos cumplen con la normativa y que son eficaces". El lote defectuoso "se ha devuelto al proveedor" y "se va a suministrar otro tipo de tests con las suficientes garantías".
El presiente ha recordado que cada día se realizan entre 15.000 y 20.000 pruebas diagnósticas, lo que está permitiendo "detectar, aislar y evitar" la propagación del virus. En línea similar ha mencionado que España ha destinado 628 millones de euros a obtener, entre otros materiales, 659 millones de mascarillas, de las cuales más de 30 millones están destinadas a los profesionales sanitarios.
Sánchez ha defendido también la centralización de las compras de material sanitario durante el estado de alarma: "Juntos somos más fuertes. Con el estado de alarma no pretendemos usurpar las funciones de nadie. Este Gobierno es muy respetuoso con las comunidades. Somos más fuertes como uno que como diecisiete". A su juicio, que el Ejecutivo central lidere esos procesos puede aportar "más agilidad y una respuesta mucho más pronta" a la crisis sanitaria.
El jefe del Ejecutivo ha hecho además un llamamiento a la Unión Europea para que compita en el mercado mundial para comprar material sanitario como
mascarillas, pruebas PCR, equipos de protección individual o respiradores, entre otros.