Críticas dispares para el primer trabajo de Meghan Markle tras el 'Sussexit': de "cursi y sentimental" a "la voz perfecta"

La duquesa de Sussex, Meghan Markle, está acostumbrada a ser el centro de atención (y de las polémicas).
La actriz Meghan Markle.
GTRES
La duquesa de Sussex, Meghan Markle, está acostumbrada a ser el centro de atención (y de las polémicas).

¿Recuerdan aquel momento, en junio del año pasado, en el que el príncipe Harry hablaba con el CEO de Disney en la presentación de la nueva versión de El rey león para pedirle que le consiguiera un trabajo a su esposa, la actriz Meghan Markle? Pues ya tenemos las primeras críticas de dicho trabajo (porque, sí, se lo consiguió y ha ejercido de narradora en una película).

Aquello fue, claro, pre-Sussexit, pero la popularidad de los (ex) duques de Sussex es tal que ya da igual que formen o no parte de la realeza británica, que cada uno de sus pasos va a ser mirado con lupa -o por una lectora de labios, como la última vez que se vieron con el príncipe Guillermo y Kate Middleton-.

Es cierto que con toda la que ha armado el coronavirus en Buckingham Palace, desde el abandono de la cuarentena del príncipe Carlos, que dio positivo recientemente, al total confinamiento de la reina Isabel II después de que uno de sus sirvientes contrajera el Covid-19, las críticas a Markle por su trabajo no son lo que más preocupa, pero para la intérprete era un paso importante en su búsqueda de volver a una vida más "normal".

Y dichas críticas son bastante dispares, aunque se pueden diferenciar en dos grandes grupos, más allá de buenas o malas: si son o no británicos los medios. Porque, con la excepción de The Telegraph, quien asegura que "está perfecta en su labor", el resto de medios ingleses ponen a Meghan Markle a caer de un burro...

O de un elefante. Porque de eso mismo trata la película, Elephant, que es un documental sobre paquidermos, pues sigue los pasos de Shani, una elefante, y su pequeño, Jomo, que migran desde el desierto del Kalahari hasta Botsuana. Markle, claro, es la narradora (su voz se grabó en Londres a finales del año pasado) y gran parte de los ingresos, entre ellos el caché de la actriz, será donado a la organización Elefantes sin Fronteras.

El caso es que, atendiendo a los medios anglosajones, la participación de Markle es, ante todo, "cursi". "Meghan Markle le echa cursilería y azúcar a su cuento de Disney", titula The Guardian, que aún así le otorga tres estrellas al largometraje. "La duquesa de Sussex se pone muy pesada en un documental superficial", asegura The Times (dos estrellas), añadiendo que a veces se pasa de emocional.

Quien lo tiene más claro es Mirror, que acusa a la esposa del príncipe Harry de ser "cursi hasta el punto de rechinar", mientras que Empire, aunque reconoce que "su voz y tono excitado encaja a la perfección con lo que pide la historia", no pierde la oportunidad de afirmar que a la californiana se le ven las ansias por agradar al público.

Esta última casi es parecida a otras dos: la de Daily Express, que sostiene que "el debut en la narración de la duquesa de Sussex es una cálida diversión familiar", aunque "solo a veces" peque de cursi; mientras que saltando al otro lado del Atlántico, Los Angeles Times opina que "las descripciones cálidas e insistentemente optimistas de Markle no pueden evitar sentirse una pizca redundantes".

Por último, las críticas de Variety e IndieWire sobre el documental, que se estrena este viernes en Dinsey+, son más que buenas: el primero dice que "Meghan Markle hace una versión acogedora del típico narrador de Disney, sana pero divertida", mientras que el segundo clama que está narrado "de forma vibrante" y que "logra así lo necesario: traer a los espectadores al impresionante mundo de las estrella de su título".

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