El Gobierno podrá obligar a personas con coronavirus sin síntomas a aislarse en hoteles o albergues con una ley de 1986
El Gobierno de España ya ha anunciado que planea poner en marcha una nueva estrategia en la lucha contra la pandemia del coronavirus que pondrá el foco en aislar a las personas infectadas que sean asintomáticas, consideradas como las grandes transmisoras ocultas de la enfermedad,
El Ejecutivo ha afirmado que esta propuesta estaría pensada en principio para aislar con carácter voluntario a las personas que sean positivas pero que no presentan síntomas de la enfermedad (fiebre, tos, dificultad respiratoria...) y que no pueden cumplir con el aislamiento domiciliario.
No obstante, también ha advertido que el criterio prioritario en este caso será el de la salud pública debido a la gravedad de la situación, por lo que los ciudadanos afectados estarán obligados a confinarse donde se les indique.
La ley ampara al Ejecutivo de Pedro Sánchez en esta decisión. En concreto, este extremo está reflejado en la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, implusada por el Gobierno del expresidente socialista Felipe González.
"Con el fin de controlar las enfermedades transmisibles, la autoridad sanitaria, además de realizar las acciones preventivas generales, podrá adoptar las medidas oportunas para el control de los enfermos, de las personas que estén o hayan estado en contacto con los mismos y del medio ambiente inmediato, así como las que se consideren necesarias en caso de riesgo de carácter transmisible", dice en su artículo tercero esta norma de 1986.
A la espera de los test rápidos
Por el momento, el Gobierno ya ha pedido a las comunidades autónomas una lista de infraestructuras públicas o privadas, como hoteles, albergues, polideportivos o palacios de congresos, que sean aptas para acoger a estos pacientes asintomáticos. Los gobiernos regionales tienen hasta el próximo viernes diez de abril para facilitar el listado al Ejecutivo central.
Esta medida no se podrá poner en marcha hasta que no lleguen a las comunidades los test rápidos de detección (está previsto que se proporcionen entre este lunes y martes) que hagan aflorar a esas personas que transmiten el virus y que en estos momentos son 'invisibles'. En total, se distribuirán un millón de test para la realización de forma masiva a la ciudadanía.
La mayoría de los expertos coinciden en señalar que uno de los grandes peligros del coronavirus son las personas asintomáticas, que no muestran evidencias de estar enfermos pero que tienen capacidad para contagiar. Eso convierte a estos individuos en apariencia sanos en propagadores de la infección, con lo que se genera una espiral de contagios que nunca tiene fin.