El Gobierno admite que "no va a ser fácil" reeditar los Pactos de la Moncloa ante la desconfianza de Casado y del Govern 

El Gobierno ha reclamado este lunes oficialmente al resto de partidos políticos un acuerdo de unidad política y económica como los Pactos de Moncloa que se firmaron en 1977. Entonces fue ante un cambio de régimen que también obligaba a formatear un sistema económico en crisis. Ahora es para afrontar la situación que dejará la emergencia del coronavirus, en medio de la desconfianza del PP, cuyo presidente ha calificado la oferta de “señuelo” para hacer “un cambio de régimen encubierto”. Por su parte, JxCAT y ERC los apoyarán siempre que haya “lealtad y cooperación” con Cataluña. Estas reticencias dejan claro al Ejecutivo que, como en 1977, ahora "no va a ser fácil" acordar la unidad política y económica.

El ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha confirmado este lunes la oferta al resto de formaciones en una rueda de prensa en Moncloa en la que ha dado cinco razones por las que los partidos deberían reeditar ahora los Pactos de La Moncloa. En resumen, los ha apelado por “por sentido de Estado, los españoles necesitan vernos a los políticos trabajando hombro con hombro”.

El PP lo rechaza

Sin embargo, el PP, ha rechazado este lunes la reedición de los Pactos de la Moncloa como quiere el Gobierno. Su presidente, Pablo Casado, cree que este ofrecimiento por parte de Sánchez “no suena muy sincero" y lo ha considerado un “señuelo” para un “cambio de régimen”.

"Diálogo social, sí, pero cambio de régimen, no", ha enfatizado Casado en una reunión telemática con dirigentes del PP, antes lo que ha indicado que "se puede salir de esta crisis económica sin necesidad de mirar a meses vista para eludir responsabilidades".

Casado se ha abierto a apoyar el real decreto ley que el jueves votará el Congreso para volver a prorrogar el estado de alarma, hasta el 26 de abril, pero se ha mostrado muy crítico con cómo está Sánchez gestionando la crisis sanitaria y económica, hasta el punto de que está en duda si el PP apoyará el otro decreto que se votará por el que se cesó la actividad casi de manera total, una decisión que dejará de tener efectividad un día antes, el miércoles 8 de abril.

"No va a ser fácil"

Ante esta negativa, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha recordado que "en el 77 tampoco fue fácil, hubo momentos en que parecía que aquello descarillaba". "Ahora no va a ser fácil, pero estoy convencido de que si esta sociedad lo hizo en 1977 len 2020 va a volver a hacerlo de una forma clara".

Por otra parte, Ábalos también ha dado por sentado que Vox no aceptará tampoco un pacto después de que su líder, Santiago Abascal, se negara incluso a hablar con el presidente el sábado pasado. “No soy yo quien lo tiene que decir, pero me llega que han decidido quedarse al margen”, ha dicho Ábalos.

Ante la dificultad que presenta el PP, el Gobierno ha optado también por mirar hacia los presidentes autonómicos, a los que Ábalos ha dicho que Pedro Sánchez hizo este domingo una invitación “directa”  en una nueva conferencia de presidentes celebrada por videoconferencia. A todos ellos ha aludido horas después Grande-Marlaska, cuando al hilo de las reticencias del PP ha asegurado que los líderes regionales sí quieren participar en unos pactos como los de La Moncloa. "En la conferencia de presidentes [de este domingo] gran parte de los presidentes de las comunidades querían, como no podía ser de otro modo, ser parte de esta reconstrucción social y económica".

Por lo que respecta a los partidos, Ábalos les ha instado también apoyar una acuerdo de unidad y ha hacerlo por “responsabilidad colectiva” porque ahora es “igual de importante” cerrar filas en torno a un acuerdo político” como en 1977 y por “gratitud a las generaciones” que hacer 43 hicieron el “esfuerzo”. Casado se ha abierto a apoyar el real decreto ley que el jueves votará el Congreso para volver a prorrogar el estado de alarma, hasta el 26 de abril, pero se ha mostrado muy crítico con cómo está Sánchez gestionando la crisis sanitaria y económica, hasta el punto de que está en duda si el PP apoyará el otro decreto que se votará por el que se cesó la actividad casi de manera total, una decisión que dejará de tener efectividad un día antes, el miércoles 8 de abril.

Llegar a un acuerdo como los Pactos de Toledo es también “por coherencia con nuestro compromiso democrático” y Ábalos ha advertido de que los ciudadanos “no comprenderían que ningún partido dinamitara el acuerdo” que para el Gobierno es un requisito de unidad para la solidaridad que ahora exige también a la comunidad internacional y a la UE.

El también número 3 del PSOE ha manifestado el deseo de contar con “concertación” más allá de una eventual mayoría parlamentaria. “No solo por cuestiones de carácter económico y social, también por el fortalecimiento democrático”, ha apuntado.

Reticencias independentistas

Si Sánchez no cuenta con el PP ni con Vox, tampoco tienen el apoyo asegurado de los partidos independentistas. Hace ya días que el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, rechazó la reedición de los Pactos de la Moncloa por considerarlo “una solución de las derechas”.

Por su parte, el presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra, de momento solo se muestra dispuesto a “estudiarlo”, para saber si se trata de un pacto “para relanzar la economía, con lealtad, cooperación y de forma concertada con Catalunya”. “Si va de más recentralización, no estaremos”, ha advertido este lunes la portavoz del Govern, Meritxell Budó.

Ante la actitud que están mostrando ERC y JxCAT, Ábalos ha recordado este lunes que “en 1977 se sentaron [en el Pacto] todos los partidos nacionalistas y no nacionalistas” y, casi a modo de desafío a ERC y JXCAt, ha dicho que entonces los nacionalistas “tenían otro carácter que las formaciones hoy se sientan herederas”.