El Gobierno repartirá 10 millones de mascarillas la semana que viene entre los trabajadores de actividades no esenciales que se incorporen a sus puestos y que se desplacen hasta ellos en transporte público, donde es difícil mantener la distancia de al menos un metro entre personas.
Según ha explicado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, agentes de Policía Nacional, de las policías autonómicas, municipales y locales, así como personal y voluntarios de Protección Civil serán los encargados de repartirlas en los principales "nodos" de transporte público "más importantes del país". Esta "distribución excepcional y extraordinaria" tendrá lugar el lunes y el martes o el martes y el miércoles en las comunidades donde el lunes todavía sea festivo por Semana Santa.
"Estarán disponibles exclusivamente para aquellas personas que tengan que deplazarse a sus puestos de trabajo en transportes [colectivos] en los que sea más complicado mantener esta distancia social nunca inferior a un metro", ha explicado Grande-Marlaska, que como a su lado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, este sábado se ha ceñido a la última recomendación del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades.
Según esta última instrucción del Gobierno, las mascarillas son solo "recomendables", por lo que el ministro del Interior ha descartado que los agentes de la autoridad puedan obligar a nadie a usarla". "Si no se la quiere poner, no se la pone y ya está".
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