Rocío Carrasco cumple 43 años confinada y alejada de toda su familia

Rocío Carrasco, en una imagen de archivo.
Rocío Carrasco, en una imagen de archivo.
GTRES
Rocío Carrasco, en una imagen de archivo.

No es que sea de un tiempo a esta parte, sino que hace mucho tiempo que Rocío Carrasco tiene un trato mínimo y complicado con los suyos, de ahí que el hecho de que este miércoles sea su cumpleaños solo certifica, incluso más allá del confinamiento, que la hija de Rocío Jurado está realmente alejada de su familia.

Cumple 43 años y la cuarentena ha cogido a la madre de Rocío Flores aislada en su chalet de la carretera de Burgos, en la urbanización Valdelagua, junto al hombre con el que "volvería a repetir" su vida, Fidel Albiac, y recibiendo las llamadas de sus amistades, que se han vuelto su círculo más cercano.

Entre ellas, claro, el clan Campos, María Teresa, Terelu y Carmen Borrego, a quienes siempre tiene presente la empresaria y a quienes une una relación de muchos años de contarse todos los secretos. A buen seguro están todas contando las horas para volver a reunirse.

Otra cosa es el tema familiar. El pitote judicial que se ha formado y ha ido creciendo como una bola de nieve, día tras día, desde que se divorciase de Antonio David hace dos décadas ya, en el año 2000, ya alcanza cotas de auténtica ficción.

Hace unos meses, y gracias a Vanitatis, se supo que la sentencia exoneraba a Rocío Carrasco de ser una madre sin sentimientos que abandonó a sus hijos como había sido acusada, así como, a su ver, veía cómo su hija se negaba a cumplir su pena y optaba por la libertad vigilada.

Esto venía porque la actual concursante de Supervivientes fue condenada en 2013 por maltrato ("Le propinó patadas") y amenazas continuadas a su madre. La relación de madre, padre e hija es casi indescriptible. Ahora, sin embargo, la nieta de La más grande habla de que le gustaría una reconciliación y "acercamiento" con su madre, como se le ha escuchado en varias conversaciones en la isla hondureña.

Es de sobra sabido, por otra parte, que la hija apoya al padre, Antonio David, que últimamente estaba de enhorabuena puesto que su mujer, Olga Moreno, le ganó el juicio a Rocío Carrasco. Esta había acusado a la actual esposa de su exmarido de vulnerar su derecho al honor y a la intimidad personal.

Pero todos estos dimes y diretes tienen un denominador común, un epicentro, algo que a todos une: la herencia de Rocío Jurado. Es vox populi que Rocío Carrasco y Fidel Albia se encuentran en plena crisis con deudas, números rojos y patrimonio embargado y que este circo mediático que se ha formado tiene sus raíces en dichos papeles.

Lo último que se ha sabido es que Amador Mohedano, hermano de la célebre cantante y tío de Rociíto, como se la conocía, desveló que su sobrina instó a Rocío Jurado a no hacer herederos a sus nietos. Es decir, a sus propios hijos.

Con todo ello encima, llega Rocío Carrasco a los 43 años, viendo a su hija más por televisión que en persona en los últimos meses, e intentando no destapar la caja de los truenos, pues ella misma lo advirtió: "Aún no me he despachado a gusto". Eso sí, hay voces que dicen que este puede ser el momento perfecto para virar completamente y empezar a amansar las aguas que llevan tantos años bravas y turbias.

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