‘Riders’ durante la pandemia: “la empresa no se preocupa por nosotros y los clientes no tienen consideración”

Dos trabajadores de Glovo en bicicleta por una calle de Barcelona, prácticamente vacía durante el primer día laborable de la segunda semana desde que se decretó el estado de alarma, en Barcelona/Catalunya (España) a 23 de marzo de 2020.
Dos trabajadores de Glovo en bicicleta por una calle de Barcelona, prácticamente vacía.
David Zorrakino - Europa Press - Archivo
Dos trabajadores de Glovo en bicicleta por una calle de Barcelona, prácticamente vacía durante el primer día laborable de la segunda semana desde que se decretó el estado de alarma, en Barcelona/Catalunya (España) a 23 de marzo de 2020.

Los ‘riders’ que reparten a domicilio para aplicaciones como Glovo o Deliveroo no han parado su actividad durante el estado de alarma por el coronavirus. Su servicio fue declarado como esencial y, desde el inicio de la pandemia, trabajan sin contar con las medidas de protección necesarias.

UGT presentó a principios de abril una denuncia ante la Inspección de Trabajo contra Amazon, Deliveroo, Glovo y Uber Eats por no facilitar medidas de prevención a sus trabajadores para el reparto a domicilio.

Joey, un ‘rider’ de Barcelona que trabaja para Glovo, asegura que la plataforma no ha repartido guantes y que, hace pocos días, dejaron algunas mascarillas en sus puntos de recogida, los ‘Glovo Market’, pero que sólo estuvieron disponibles durante unas horas.

El repartidor cuenta que las mascarillas son casi imposibles de encontrar y que, durante las esperas en las tiendas para las recogidas, hay aglomeraciones y no se toman medidas para mantener la distancia de seguridad.

Aglomeración de 'riders' frente a un comercio a la espera de recoger su pedido durante el estado de alarma.
Aglomeración de 'riders' frente a un comercio a la espera de recoger su pedido durante el estado de alarma.
Joey

Para la plataforma Riders x Derechos, estas imágenes de los trabajadores apelotonados son un "punto de fuga para las medidas" y muestran que tanto repartidores como clientes sufren riesgo de contagio.

La empresa no se preocupa por los ‘riders’ porque saben que hay mucha gente desesperada por trabajar y los clientes no tienen consideración al pedir cosas que no son esenciales, como chuches o vino”, comenta Joey.

Miedo a las valoraciones negativas

Sobre el trato con los clientes, Joey señala que, aunque intentan mantener la distancia, están prácticamente obligados a subir hasta la puerta para entregar el paquete. Si no lo hacen, algunos usuarios les valoran negativamente por hacerles bajar al portal y las horas que la empresa les permite trabajar dependen, en parte, de esas valoraciones.

“Los trabajadores piden horas cada semana y se las dan según una puntuación que depende de la velocidad de entrega, de si rechazan pedidos y de la valoración de los clientes. Es como Black Mirror”, cuentan desde Riders x Derechos.

"Los trabajadores piden horas cada semana y se las dan según una puntuación. Es como Black Mirror"

Desde esta plataforma denuncian el modelo de “falso autónomo” de los ‘riders’ y sus consecuencias para los trabajadores. Hace unos días, enviaron una carta a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la que explicaban la situación de los repartidores durante la pandemia y pedían medidas para protegerles.

“Nos respondieron diciendo que lo tienen en cuenta. Por entrevistas, sabemos que la ministra se muestra cercana a nuestra posición, pero aún no hemos visto nada”, señalan, y añaden que permitir este modelo es abrir las puertas para que se implante en muchas otras profesiones. "Un caso claro es el periodismo”.

Por su parte, Díaz aseguró el pasado miércoles, en una entrevista en Carne Cruda Radio, que la situación que viven los ‘riders’ es "un auténtico escándalo" y que el Gobierno prepara, desde antes de la pandemia, una modificación legislativa para que los trabajadores sean reconocidos como asalariados y no como autónomos.

Usados para repartir droga

Además de la desprotección frente al coronavirus, desde Riders x Derechos denuncian que los repartidores corren el riesgo de ser usados “como mulas” para repartir droga, ya que Glovo permite los repartos de artículos privados entre clientes.

Pese a que la ‘app’ cuenta con un filtro que anula los encargos dudosos, Joey asegura que los pedidos con droga han aumentado considerablemente durante el confinamiento y que esto es lo que más les preocupa.

Cuenta que, si la policía pilla a un ‘rider’ con droga, se lo llevan a comisaría para comprobar que no es un traficante y pasa allí unas tres horas. “Glovo se lava las manos. No te llaman ni para preguntarte cómo estás y tampoco te remuneran esas tres horas que has perdido por su culpa, por la falta de eficiencia del filtro”, lamenta.

Glovo reduce la tarifa base a sus repartidores

Otra de las quejas de Riders x Derechos es la rebaja de la tarifa base de los repartidores, que ha pasado de 2,80 euros a 1,30. “Argumentan que, pese a bajar la tarifa, con sus bonos adicionales se va a ganar más, pero los trabajadores no se creen el cuento. La empresa no va a hacer algo para perder dinero”, cuentan.

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