La amenaza de otra recesión: Europa ante la urgencia de frenar la sangría de despidos por la crisis del coronavirus

Varias personas, en la cola del paro.
Varias personas, en la cola del paro.
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Varias personas, en la cola del paro.

Es inevitable que en un contexto como el actual la mente se nos vaya a lo sucedido en el 2008. El acuerdo del Eurogrupo aborda tres "paracaídas": para Estados, para empresas y para los trabajadores. Este último grupo es, quizás, el más afectado. En España, la crisis del coronavirus ha disparado de nuevo los datos del desempleo, recordando tiempos oscuros mucho más recientes de lo que parece. El mercado laboral se ve afectado paralelamente al problema sanitario y todos los países han tenido que reaccionar ante la recesión. ¿Cuáles son los planes?

Las previsiones no son nada alentadoras. El producto interior bruto (PIB) de la zona euro registró en el primer trimestre del año una caída del 3,8% respecto de los tres meses anteriores, cuando había crecido un 0,1%, lo que representa la mayor contracción trimestral de la actividad de la eurozona en toda la serie histórica como consecuencia de impacto de las medidas de contención, según las cifras de Eurostat publicadas este jueves.

Las alarmas españolas se han encendido. El paro subió en 121.000 personas en el primer trimestre del año, lo que supone un 3,8% más que en el trimestre anterior, y la ocupación disminuyó en 285.600 puestos de trabajo (una caída de un 1,4%), acusando así parte del impacto de la crisis sanitaria y de la declaración del estado de alarma a partir de mediados de marzo. En ambos casos se trata de los peores registros de paro y empleo desde el año 2013.

Desde el principio del estado de alarma, el Gobierno de Pedro Sánchez ha tomado medidas para paliar los efectos sobre el mercado laboral. Nadia Calviño, Yolanda Díaz y José Luis Escrivá han ido dibujando el plan. La más clara es la flexibilidad en los ERTE. Los trabajadores afectados por esta medida no se incluyen, eso sí, en las cifras de desempleo.

Además, Trabajo aprobó que las empresas no podrán despedir -durante el estado de alarma- por causa de fuerza mayor ni por causas económicas, organizativas, técnicas y de producción que se deriven de la crisis sanitaria. En la aprobación de los ERTE, el Ejecutivo recogió que los centros sanitarios, residencias de ancianos o centros aistenciales de personas con discapacidad, tanto públicos como privadas, están obligados a mantener su actividad a lo largo de la emergencia.

Italia limita los despidos y aprueba ayudas a sanitarios

Italia también ha necesitado blindarse. Las previsiones del FMI sitúan la caída del PIB en un 9,1% en 2020, siendo el segundo país más afectado (solo por detrás de Grecia). En marzo, el Gobierno de Giuseppe Conte tomó medidas ante los despidos masivos que estaban previstos por la crisis del coronavirus. El Ejecutivo italiano prohibió durante dos meses que las empresas puedan despedir a sus empleados por motivos económicos derivados de la situación de emergencia que se está viviendo en el país. Sí están permitidos los despidos disciplinarios.

También se aprobaron prestaciones para la contratación de niñeras de hasta 600 euros, cantidad que ascenderá a los 1.000 en el caso del personal sanitario o de las fuerzas del orden. El decreto también se refiere a las personas que disfrutan de la llamada Renta de Ciudadanía, impulsada por el gubernamental Movimiento 5 Estrellas, una especie de subsidio al desempleo y contra la exclusión social. Estas personas podrán seguir recibiendo esta ayuda y estarán excluidas durante dos meses de la obligación de disponibilidad inmediata para trabajar.

Francia: apoyo a los autónomos

¿Y en Francia? El Gobierno de Emmanuel Macron también ha salido al paso de los problemas económicos y dio luz verde a ayudas inmediatas a trabajadores y empresas por 45.000 millones de euros. De la misma manera que se ha posicionado a favor de un fondo de reconstrucción europeo, tiene previsto apoyar otro a nivel nacional para dar apoyo a los autónomos. También ha decidido aplazar las cotizaciones para las empresas.

La reacción del Gobierno alemán para contrarrestar la crisis ha sido potente. La idea es destinar 156.000 millones de euros para responder a una posible recesión. La mayor parte del gasto irá destinado al fondo de rescate para autónomos que no cuenten con asalariados y para pequeñas empresas de hasta diez trabajadores. La dotación final en este sentido será de hasta 50.000 millones de euros.

Alemania aprueba un fondo de 156.000 millones de euros para responder a una posible recesión

A todo esto hay que añadir el acuerdo alcanzado por el Eurogrupo y refrendado por el Consejo Europeo. El paquete de medidas adoptadas consta de tres pilares: una línea de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate, con 240.000 millones de euros en préstamos; un fondo del Banco Europeo de Inversiones con hasta 200.000 millones en créditos para empresas y un fondo temporal contra el paro con 100.000 millones para ayudas al empleo.

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