¿Es válido un contrato de arrendamiento de palabra y no por escrito?

A pesar de lo que piensa mucha gente, los contratos de arrendamiento verbal son igual de válidos que los contratos por escrito, ya que el arrendador y los inquilinos pueden acordar los términos del contrato de palabra, sin formalizarlo por escrito. 

De este modo, puede haber un inquilino que no haya firmado contrato de arrendamiento, pero que esté usando el inmueble y pagando por él una renta de alquiler. En tal caso, se estaría hablando de un contrato de arrendamiento por acuerdo verbal entre las partes, con plenos efectos y validez absoluta, tal y como explica Certicalia, expertos en trámites técnicos e inmobiliarios.

Desventajas del contrato de arrendamiento verbal 

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Aunque es completamente legal, el contrato de arrendamiento verbal tiene una serie de desventajas. Por ejemplo, en caso de controvesia o desacuerdo entre las partes, no habrá unas cláusulas donde poner comprobar quién lleva razón. 

El mismo problema puede darse cuando una de las partes trata de cambiar alguno de los acuerdos del contrato, como puede ser la duración del mismo. Tanto para el arrendador, como para el arrendatario, va a ser muy difícil probar que tienen la razón, ya que no hay un contrato que estipule la duración del alquiler. También se puede dar con otros elementos como, por ejemplo, el precio a pagar. 

Muchas personas se preguntan si pueden ser echadas de una vivienda o pueden echar a los inquilinos que tengan por el hecho de no tener contrato y pensar que están en una situación de ilegalidad. 

Esta circunstancia no es así, ya que en el Artículo 1547 del Código Civil se menciona este contrato verbal: "Cuando hubiese comenzado la ejecución de un contrato de arrendamiento verbal y faltare la prueba del precio convenido, el arrendatario devolverá al arrendador la cosa arrendada, abonándole, por el tiempo que la haya disfrutado, el precio que se regule".