Alimentos con moho: ¿me lo como o no?
- Casi siempre lo mejor es tirar un alimento con moho, pero hay algunas excepciones.
No hay que desperdiciar comida; no hay que tirarla. La comida de aprovechamiento tiene un extenso recetario que conocen bien madres y abuelas, pero olvidan muchas veces las generaciones más jóvenes a la hora de cocinar.
Es el caso de los alimentos a los que les ha salido moho. Los más quisquillosos no tienen duda: si tiene moho, lo tiro... entero. Pero no debe ser siempre así. ¿Me lo como o no? La respuesta va a ser casi siempre que no, pero hay excepciones.
Son: las frutas y vegetales turgentes, los quesos duros, el jamón y los embutidos curados. Recuerda la OCU que en el resto de casos el alimento debe tirarse, sin intentar salvar las partes que parecen no presentar moho.
Frutas y vegetales turgentes
Los vegetales de carne firme, como la zanahoria, el pimiento o el repollo, se pueden comer tras quitar con un cuchillo toda la zona alrededor del moho. Como margen de seguridad nos valen 2 centímetros alrededor y por debajo.
Quesos duros
Se consideran quesos duros aquellos con poca humedad, como es el caso de un queso manchego, un Idiazabal, uno de Mahón o de Zamora. Se pueden comer después de quitar con un cuchillo toda la parte que rodea el moho. También en este caso vale con cortar unos 2 centímetros alrededor y por debajo de la zona con moho.
Embutidos curados
Si tardamos en consumirlos, en el chorizo, el salchichón y en el jamón es habitual que aparezca algo de moho. Basta con raspar el moho y comer el resto.