Madrid

Madrid contratará a 650 sanitarios y hará 15.000 PCR diarios para pasar de fase

Madrid en fase 0 de la desescalada.
Jorge París | Jorge Paris

La solicitud llegó al Ministerio de Sanidad pasadas las diez de la noche del jueves. En un informe que horas antes había precipitado la dimisión de la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, la Comunidad de Madrid pedía al departamento de Salvador Illa entrar en la fase 1 de la desescalada este lunes, con lo que eso suponía: terrazas al 50% de ocupación, reapertura de museos y teatros y reuniones de hasta 10 personas.

Sin embargo, las esperanzas que guardaban consigo la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso y su segundo, Ignacio Aguado, que actuó días antes como avanzadilla, duraron poco: a primera hora del viernes, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, dijo que era "evidente" que Madrid no desescalaría tan rápido, algo que confirmó el ministro de Sanidad por la tarde. En una rueda de prensa, Salvador Illa desgranó los territorios que sí pasarían a la fase 1 y dejó fuera a la capital. El principal motivo: el no cumplimiento de los criterios para valorar la transmisión de la enfermedad. En este sentido, el ministro instó a la Comunidad a "desarrollar el sistema de detección precoz de la Covid-19", algo que se prevé hacer esta misma semana.

Con la vista puesta a entrar en la fase 1 el próximo lunes 18 de mayo –algo que pedirán las autoridades madrileñas en la Comisión Interterritorial que tendrá lugar hoy–, Madrid contratará a 650 profesionales para el servicio de Atención Primaria e incrementará el número de tests a realizar. En la actualidad, la región hace aproximadamente unas 11.000 pruebas PCR al día y se prevé que esa cifra llegue hasta las 15.000.

Respecto a los otros criterios que se pueden cuantificar, Madrid no los cumple, aunque puede hacerlo en el plazo de cinco días que establece para ello el Ministerio. Tal y como señaló el consejero madrileño Enrique Ruiz Escudero el pasado viernes, el Gobierno solicita que haya dos camas de UCI por cada 10.000 habitantes, lo que se traduciría en 1.400 en Madrid, que ahora tiene 1.350. No obstante, la región llegó a contar con 1.942 en el punto álgido de la crisis. De la misma manera, el Ejecutivo solicita entre 37 y 40 camas por cada 10.000 habitantes, lo que se traduciría en 24.750 en la región, que actualmente tiene 17.000 pero llegó a poder utilizar 24.730. Todo ello, sin contar con el hospital de campaña de Ifema, que podría acoger 5.500 camas y 500 plazas de UCI extra

Además, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso prevé terminar de convencer al ministerio pidiendo que las mascarillas sean obligatorias en los espacios cerrados, aunque fuentes cercanas al vicepresidente han confirmado que

la competencia para que así sea es de ámbito estatal.

"Es evidente que Madrid necesita dar un paso adelante", insistió este domingo Ayuso en la conferencia de presidentes autonómicos en la que también optó por incluir en su petición motivos económicos recordando que Madrid cuenta con el 60 por ciento de las grandes empresas y que es un "motor económico necesario para que todos los demás sigan funcionando".

Especialmente críticos con Pedro Sánchez en esa reunión se mostraron los presidentes de Andalucía y Valencia. Juanma Moreno denunció que no se había tratado por igual a las diferentes autonomías y pidió a Sanidad «revisar» su decisión de dejar fuera de la fase 1 a Málaga y Granada. Así, el popular acusó al Gobierno de haber provocado "un daño reputacional" a la Costa del Sol que hará más difícil su recuperación económica. El presidente valenciano, Ximo Puig, no se arrugó para exigir a Sanidad que "revisara" la decisión adoptada el viernes, cuando se anunció que solo diez de los 24 departamentos de salud en los que se dividió la autonomía pasaban este lunes a la fase 1, quedando fuera las capitales (Cast2llón, Valencia y Alicante). "Lealtad no es sumisión", advirtió Puig a Sánchez.

Ambas autonomías, junto con Castilla-La Mancha, emularán a Madrid y pedirán también pasar a la fase 1 el lunes que viene y no el 25, tal y como indicaría la cadencia de 15 días que figura en el plan de desescalada del Gobierno.

Por su parte, el presidente de Cataluña, Quim Torra, se mostró cauto y dijo no haber tomado aún la decisión, en línea con lo hecho esta semana: la Generalitat solo pidió que tres regiones sanitarias comenzasen con la desescalada y dejó para futuras ocasiones las ciudades de Barcelona,

Girona y Lleida y sus áreas metropolitanas.

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