De tienda africana a banco de alimentos: los vecinos, primera línea de batalla contra el hambre

  • Besha ejemplifica el papel de las redes vecinales en la pandemia: ha convertido su tienda en banco de alimentos.
  • El 86% de los bancos de alimentos autogestionados no reciben fondos ni ayuda logística de las administraciones
  • Madrid teme que el número de familias vulnerables pase de 30.000 a 90.0000 en meses
Besha ayuda a Carmen, una de las habituales del banco de alimentos.
Besha ayuda a Carmen, una de las habituales del banco de alimentos.
Jorge París
Besha ayuda a Carmen, una de las habituales del banco de alimentos.

Carmen aterrizó en España el 4 de febrero. Procedente de Venezuela, su hija llevaba aquí dos semanas y se decidió a dar el paso para tener una vida mejor. Eso sí, al llegar se encontró con una pandemia mundial que las dejó sin nada. “Estuve unos días buscando empleo pero no lo conseguí”, cuenta. El coronavirus la confinó con su primogénita en una habitación de un piso compartido de Aluche en el que destinaron todos sus fondos. Hoy tiene que vagar por comedores sociales para tener algo que llevarse a la boca y es una de las habituales del improvisado banco de alimentos que antes era una tienda que promocionaba la cultura africana en España y en Lationamércia. Quien lo dirige es Besha, aunque a ella no le gusta acaparar el protagonismo y resalta a lo largo de toda la conversación el gran trabajo que está haciendo su equipo.

En el local, situado en una de las calles paralelas a Tirso de Molina, apenas quedan ya en los estantes colgantes o prendas de ropa. En la puerta sigue habiendo carteles promocionales de su marca, Beshawear, pero la mayoría están tapados por otras hojas en las que se anuncia que allí se dona comida a quien lo pida. "Donación de alimentos para familias sin recursos", se lee en la mayoría. También su cuenta de la red social Instagram (@beshawear) se ha transformado: donde antes había fotos de eventos o de colecciones de moda, ahora hay mensajes que anuncian mascarillas de tela a cambio de donaciones económicas o más anuncios de los horarios que tienen en la tienda.

Besha cuenta, tras una mascarilla colorida hecha a mano, que la idea se le ocurrió a ella pero que no la puso en marcha sola. Explica que en los 14 años que lleva viviendo en Madrid ha ganado mucha fama entre colectivos como SOS Racismo o el Sindicato de Manteros por la difusión de su cultura. Por eso, fue a la primera a la que llamaron en cuanto el confinamiento truncó cualquier oportunidad de ganarse la vida de personas que viven fuera del sistema. 

Besha, en la puerta de su tienda reconvertida en banco de alimentos.
Besha, en la puerta de su tienda reconvertida en banco de alimentos.
Jorge París 

“Cuando empezó el estado de alarma en nuestro grupo ya había gente afectada, por eso empezaron a llamarme y decidí donar lo que tenía, que no era mucho y en dos días se acabó”. Sin embargo, eso solo fue el principio. Tras una pequeña promoción, todo el barrio empezó a dar dinero y ahora, asegura, les da para hacer una compra diaria de 250 euros de la que se benefician 40 familias al día. Ya hay hasta cola de espera. "Ahora les estamos dando cita para dos o tres días vista".

La crisis de la Covid-19 ha provocado que muchas familias tengan que recurrir a los servicios sociales por primera vez. El Ayuntamiento de Madrid calcula que la pandemia triplicará los hogares en exclusión social en la capital. Según avanzó la vicealcaldesa Begoña Villacís en una entrevista con 20Minutos, si ahora 34.000 familias perciben la renta mínima de inserción, este número podría alcanzar los 94.000 en el peor de los casos. En el escenario más suave, serán 47.000 las familias que tendrán dificultades de liquidez para poder comprar alimentos básicos. Como ejemplo gráfico, las colas del hambre en el barrio de Aluche que se han dado estas semanas.

Sin embargo, como muestra el caso de Besha, las instituciones no están siendo las únicas que intentan paliar las catastróficas consecuencias que puede acarrear el coronavirus:las redes vecinales se están autogestionando para dar toda la ayuda necesaria. Tal y como expone la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), estas han repartido alimentos a 20.265 personas y a 5.828 familias. En total, son 58 espacios de diferentes barrios que se nutren, en un 84%, exclusivamente de donaciones autoorganizadas. Solo el 16% restante lo hace con ayuda de alguna administración.

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