Díaz Yanes: "Hay que apostar por la diversidad para recuperar espectadores"
- Agustín Díaz Yanes habla de su última obra, 'Sólo quiero caminar'.
- Continúa 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto'.
- La película se estrenó en España el pasado fin de semana.
¿Por qué ambientó su película en México?
Era más creíble crear allí un mundo de gansters, porque España no es un lugar tan violento. México D.F. está lleno de guardaespaldas y todo el mundo te advierte de que tengas mucho cuidado en la calle. También así llamaban más la atención los elementos de "españolidad": quería introducir una iconografía que me sigue pareciendo fascinante. Siempre será mejor vestir a
Nunca sé exactamente cómo nace en mi cabeza una película: supongo que de un cúmulo de experiencias de mi propia vida, de las mujeres que he conocido, de ideas y frases que encuentro en libros y que me gusta apuntar. Por supuesto, también del cine. Mezclándolo todo terminas rodando una película sobre cuatro atracadoras.
Los personajes, pero por muy poco. Al saber que tendría a las cuatro actrices que quería los personajes terminaron de coger forma. Eso es el cine: las películas se transforman en función de los actores. Al elegir a uno determinado, estás eligiendo el noventa por ciento de lo que será el personaje.
No me ha pasado nunca, pero siempre trabajo con actores que además son amigos. A veces tienes que echarles una mano, pero también lo hacen ellos contigo. Y, como
Aunque tengas cosas presentes y que te gustaría copiar, es imposible repetir un movimiento de cámara de algo que has visto y que funcione. Me encantaba una secuencia de steady de Uno de los nuestros, intenté meterla en la película pero no quedaba igual. En
¿Cuál fue el peor momento del rodaje?
Casi ninguno. Me daba miedo la masificación, los problemas de tráfico de México D.F, pero no hubo ningún problema.
Es muy difícil dirigir a seis actores principales. En
La cinta contiene varias escenas de maltrato a mujeres. ¿Cómo valora ese problema?
Es algo repugnante, terrible, que me irrita mucho. Es una lacra que no sólo no logramos erradicar sino que incluso parece ir a más. He llegado a pelearme con un tipo, hace años, por pegar en la calle a una mujer. Me parece incomprensible.
Es algo que va en el sueldo y que no me pasa a mí sólo: ¡
¡Lo pasé como dios rodándola! Tuve actores fabulosos y fue inolvidable trabajar con
Hay un factor político con el que los medios han tenido mucho que ver. Con la guerra de Irak, determinada prensa se enfrentó a algunos profesionales del cine, lo que llevó a parte de la población a "tachar" nombres. Pero, realmente, eso es algo secundario. Los principales culpables somos nosotros: durante mucho tiempo, el cine español ha sido monotemático, con historias demasiado parecidas. El cine francés, por ejemplo, ofrece siete u ocho géneros diferentes, cuando nosotros hemos apostado por dos. Pero la situación ha cambiado en los últimos años. El año que fui a los Goya con