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Calviño frenó la derogación “íntegra” de la reforma laboral pactada con Bildu que no gusta ni a los sindicatos

La portavoz socialista, Adriana Lastra, conversa con el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, el diputado de Unidas Podemos Enrique Santiago y la diputada de Bildu Mertxe Aizpurua.
EUROPA PRESS

El rechazo frontal de la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, al acuerdo para derogar “de manera íntegra” la reforma laboral que a lo largo de este miércoles pactaron PSOE, Unidas Podemos y Bildu fue clave para el paso atrás que, ya a medianoche, anunciaron los socialistas. La intervención de Calviño es un episodio más -especialmente relevante- de la rocambolesca historia de un pacto para derogar la reforma laboral del PP que no gustó ni a los sindicatos y que se produjo a espaldas de PNV y Cs, los partidos en los que Pedro Sánchez se apoyó para sacar adelante la quinta prórroga del estado de alarma. Lejos de mostrarse molestos, las dos formaciones han optado este jueves por no dar por rotos los puentes con el presidente del Gobierno.

Para terminar de rizar el rizo -de momento- la controversia ha dado lugar a nuevas diferencias en el seno del Gobierno. Moncloa y ministerios socialistas aseguran que el pacto fue cosa de los grupos parlamentarios. Fuentes de Unidas Podemos aseguran que el Ejecutivo lo conocía, dada la "constante coordinación" que existe entre PSOE, Unidas Podemos y Gobierno.

El largo Pleno del Congreso que este miércoles aprobó una nueva prórroga quedó prácticamente dinamitado a última hora con el anuncio por parte de PSOE, Unidas Podemos y Bildu de un acuerdo que aseguraba que se derogaría de manera “íntegra” la reforma laboral de 2012, del PP. A cambio, Sánchez se aseguraba la abstención de los cinco diputados abertzales, por medio de un acuerdo que Ciudadanos y PNV desconocían.

Se trataba de lo que este jueves Bildu todavía celebra como “el primer acuerdo político alcanzado con el Gobierno de Madrid” al que "seguirán más”. Sin embargo, tres horas después conocerse su firma quedó en papel mojado con la “nota aclaratoria” que casi a media noche difundió el PSOE. “Anulaba” el primer punto del acuerdo -el de la derogación “de manera íntegra”- y lo sustituía por la ya conocida derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, que ya figuraba en el pacto de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.

“Es el primer acuerdo político alcanzado con el Gobierno de Madrid”, subraya Bildu

Entre los dos mensajes -el acuerdo y el paso atrás de los socialistas- medió la intervención de Calviño. La vicepresidenta hizo ver que la derogación total no era posible, y menos en las actuales circunstancias, según indican fuentes del Gobierno, donde este jueves se insiste en desvincular el pacto con Bildu de Sánchez. Por extraño que parezca, porque el presidente es secretario general del PSOE En parte del Ejecutivo -y también en la formación abertzale- reiteran sin embargo que el acuerdo “se fraguó en el marco parlamentario”, es decir, entre los grupos en el Congreso de Bildu, PSOE y Unidas Podemos.

Todo lo contrario a lo que apuntan fuentes del partido morado. "Adriana Lastra y Pablo Echenique, como portavoces de los dos grupos parlamentarios de gobierno, trabajan siempre en constante coordinación y en coordinación estrecha también con el Gobierno de España. Por supuesto que se informan mutuamente de los pasos que se van dando y, además, la relación personal es excelente".

Lo que sí es seguro es que el pacto ha entrado este jueves de lleno en el Gobierno, donde ha creado una grieta más entre los dos socios. El ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha defendido a primera hora en Onda Cero la rectificación que hizo Ferraz a media noche como una “aclaración respecto al escrito que firmaron los portavoces parlamentarios y eso es lo que cuenta". Minutos antes, en Catalunya Radio, el vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguraba que la derogación será “íntegra”, tal y como figura en el documento que firmaron los portavoces del PSOE, Unidas Podemos y Bildu, Lastra, Echenique y Mertxe Aizpurúa. Esta última también ha asegurado esta mañana en RNE que se hará según lo firmado, precisamente lo que Calviño paralizó antes de medianoche.

La cuestión no quedará aquí. Fuentes del Gobierno apuntan a que Calviño participa este jueves en un acto de Cercle d'Economía, donde podría dejar clara su postura y con ella, se supone que también la de todo el Ejecutivo.

Indignación de patronal y sindicatos

Tan secreto era el pacto que tampoco lo conocían los agentes sociales, responsables en buena medida de la negociación sobre legislación laboral. No lo sabía la CEOE, que este jueves ha mostrado su enorme malestar. La organización empresarial ha tachado el acuerdo de "indignante" y una "irresponsabilidad". Tampoco sabían que algo así se estaba cocinando los sindicatos, CCOO y UGT. Como casi todo el mundo, ellos también se enteraron “por la prensa”.

Es más, fuentes de CCOO no ocultan su desacuerdo no solo con la manera en la que se cerró el acuerdo, sino sobre su contenido, es decir con la idea de derogar “íntegramente” la reforma laboral de 2012. “No tiene sentido, la derogación no funciona así, poner ahí en medio folio eso”. “Esto no hay por dónde cogerlo”, insisten.

CCOO se opone así también a un acuerdo que sería volver a la legislación laboral que había antes de la reforma de 2012. Lo que quieren es adaptarla “al siglo XXI”.

"Este es un acuerdo político, va en la línea de lo que habíamos planteado pero no viene a facilitar el desarrollo de las negociaciones", ha indicado por su parte este jueves el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.

PNV y Cs, perfil bajo

Si un pacto secreto firmado por partidos de izquierda sobre legislación laboral que no gusta a los sindicatos y que tuvo una vida de tres horas por la intervención de la vicepresidenta de Asuntos Económicos no provoca suficiente perplejidad, a esto podría añadirse la actitud de la que este jueves han hecho gala dos partidos que, por cuestiones distintas, podrían sentirse agraviados por lo que ocurrió este miércoles en el Congreso.

El PNV y Cs votaron ‘sí’ este miércoles a la quinta prórroga antes de anunciarse el pacto. Este jueves, ambos han optado por mantener la calma y también los puentes con Sánchez, que quizá dentro de 15 días vuelva a reclamar su apoyo para aprobar una sexta prórroga del estado de alarma.

Fuentes del PNV aseguran este jueves que no hay enfado con el Gobierno por un pacto que, en plena precampaña electoral para las elecciones vascas, supone un punto a favor para Bildu. Al fin y al cabo, PNV ha votado siempre a favor de las prórrogas y Bildu no ha llegado más que a la abstención. De momento, los nacionalistas vascos están a la espera de saber exactamente qué se ha pactado con los abertzales y creen que es muy pronto para pronunciarse sobre qué pasará si Sánchez les pide su apoyo para volver a prolongar el estado de alarma.

Por su parte, Ciudadanos socorrió ayer por segunda vez al Gobierno al apoyar la prórroga. A pesar de que mientras el PSOE pactaba con Bildu, toda la crítica que ha saludo este jueves de la boca del portavoz naranja, Edmundo Bal, ha sido asegurar que "con Bildu no vamos ni a firmar una herencia".

Pero nada más. Ciudadanos sigue "muy satisfecho" porque su pacto con Sánchez "enfadó" este miércoles a ERC. Sobre futuras prórrogas, los naranjas irán decidiendo en función de que el presidente cumpla sus pactos con ellos.

Ataque al PSE que Bildu no condena

Al margen de las declaraciones de Ábalos, este jueves el PSOE ha decidido no dar más explicaciones sobre un asunto que es especialmente controvertido debido al último ataque al domicilio de la líder del PSE, Iodia Mendia, con pintadas y panfletos llamándola "asesina" por la huelga de hambre y sed del preso etarra Patxi Ruiz.

Al mismo tiempo que el Congreso debatía y votaba la quinta prórroga y PSOE y Bildu sellaban su acuerdo, Bildu se desmarcó en el ayuntamiento de Bilbao de una declaración para condenar los ataques en la vivienda de Mendia y su marido, el concejal bilbaino, Alfonso Gil. 

 

Redactora '20minutos'

Actualmente cubro la información relacionada con energía, transición ecológica y transportes. Antes, también en 20 Minutos, me encargué de la cobertura sobre la crisis sanitaria por Covid y, previamente, de la información relacionada con Presidencia del Gobierno. Antes trabajé en la revista Tiempo y, en Bruselas, en las agencias Europa Press y Notimex y fui colaboradora de el periódico Levante-EMV, entre otros medios. Soy licenciada en Ciencias de la Información y postgrado en Información Internacional y Países del Sur por la Universidad Complutense. En 2021 terminé un Máster sobre Museología y Gestión de Museos de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

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