Los planes filantrópicos de Ana Obregón tras la muerte de su hijo

Han pasado 15 días desde que Álex Lequio perdió la batalla contra el cáncer. Desde entonces, son pocas las ocasiones en las que Ana García Obregón, su madre, se ha dejado ver fuera de casa. Blindada por sus familiares más cercanos, afronta una pérdida que la ha sumido en una profunda tristeza. Su vida ya nunca será la misma. La Ana artista no volverá o, al menos, no como la conocíamos y mucho menos en un corto o medio plazo de tiempo.

Tiene la intención de recuperarse –si es que es posible zafarse de un dolor tan terrible– para volcarse en aquellos enfermos de cáncer que necesiten apoyo, asesoramiento o pautas que seguir durante la lucha. Aunque no está clara la forma en la que lo hará, hay muchas posibilidades de que cree una fundación con el nombre de su hijo con la que poder dar soporte psicológico a los guerreros con charlas, talleres o eventos solidarios.

Acciones que ya empezó a realizar Álex a través de su empresa, Polar Marketing, que tras su fallecimiento seguirá activa para ayudar a emprendedores a cumplir sus sueños.

Tampoco se descarta que Obregón decida estrechar relaciones con la Asociación Española Contra el Cáncer, con la que ha colaborado activamente en diversas ocasiones. La última fue el verano pasado, cuando Ana fue maestra de ceremonias en la gala anual que la Asociación y Maika Pérez de Cobas organizan en Marbella para recaudar fondos.

Allí ya me confesó su intención de ser luz entre tinieblas aceptando y promoviendo causas benéficas. En cualquier caso, la toma de decisiones no la hará en soledad. El fallecimiento de su hijo ha hecho que Alessandro Lequio y Ana estén más unidos que nunca. Junto a ellos, la figura de María Palacios se ha convertido en imprescindible para sortear la tragedia.

Ya piensan en el funeral que tienen intención de preparar en honor a Álex. Será multitudinario, en Madrid, cuando las medidas de seguridad lo permitan. Promovido por Ana, es el homenaje que servirá para reconocer a un joven que no dejó de luchar hasta el último momento.