Este martes dos de junio sobre las 16:00 se ha producido un accidente de un tren alvia que realizaba la ruta Ferrol - Madrid. Dos pasajeros que se encontraban en el interior del vehículo accidentado han declarado a 20Minutos sus experiencias, muy diferentes entre sí, ya que una de ellas iba en el cuarto vagón y el otro lo hacía en uno de los últimos.
"Ibamos en el tren y hemos notado que de repente se ha descarrilado, porque tocábamos tierra y se levantaba mucho polvo. Luego se fue la luz y se empezaron a caer las maletas, hasta que finalmente paró y nos dijeron a todos que inmediatamente saliésemos del tren", relata Malores, una estudiante que viajaba en el cuarto vagón.
El motivo del accidente, según han informado desde Renfe, es que el tren ha descarrilado tras arrollar un vehículo cuyo conductor de 89 años ha fallecido, al igual que uno de los maquinistas del convoy.
Malores cuenta que no fue hasta el momento de bajarse del tren cuando se dio cuenta de lo que realmente había ocurrido. "Tras ver como ha terminado el primer vagón, nos dimos cuenta de la gravedad y de la suerte que habíamos tenido. Muchas estábamos en shock al bajarse del tren".
Por otro lado, Julio, nombre que ofrece a este medio un pasajero que no quiere ser identificado, que viajaba por motivos de trabajo y en uno de los últimos vagones tiene la sensación de haber viajado en otro tren: "La gente de mi alrededor y yo no nos hemos enterado de nada. Para mí fue como cuando se para el tren por un problema mecánico. Nadie del vagón estaba nervioso, estábamos esperando a que nos dijesen porque se había parado, cuando nos enteramos por la prensa de que había sido un accidente".
Tras bajarse del vehículo accidentado, Julio declara que le ha sorprendido ver el alto número de personas que estaba viajando a pesar de las restricciones y además afirma que ha habido varias aglomeraciones tras bajarse del tren, y una en especial: "Al principio nos sacaron del tren, después nos volvieron a meter dentro otra vez, y al momento nos dijeron de salir de nuevo hacia los autobuses, y la gente empezó a correr como locos".
En cuanto a la rapidez de los servicios de emergencia, Malores cuenta que "ha sido todo tan rápido" que casi no lo recuerda, pero tiene la sensación de que tardaron poco tiempo en acudir al rescate. Por suerte, afirma que no ha visto a gente herida ni ninguna imagen demasiado impactante, más allá del estrés postraumático que presentaban algunos de los pasajeros.
Finalmente, todos los viajeros fueron trasladados a diferentes trenes y autobuses repartidos por destinos y ninguno de ellos ha resultado herido. "Es una experiencia que por suerte no te pasa todos los días y va a ser difícil de olvidar", concluye Malores.
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