Tras haberlo negociado ciertas cesiones con el Gobierno, ERC volverá a la abstención en la votación de este miércoles para prorrogar por última vez el estado de alarma. Pero su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, advirtió al Ejecutivo que su cambio de posición no implica que ERC se haya convertido en un "socio" estable. Y volvió a avisarle de que, a largo plazo, llegar a acuerdos con ERC y con Cs es incompatible. "Todo no puede ser, dime con quien pactas y te diré qué pactas", señaló.

Así lo planteó Rufián en su turno de réplica en el pleno que está teniendo lugar este miércoles en la Cámara Baja, donde el Gobierno conseguirá que salga adelante una nueva ampliación de las medidas de excepción gracias a su acuerdo con ERC, PNV y Cs. El Ejecutivo, a diferencia de lo que ocurrió hace 15 días, ha conseguido hilvanar este acuerdo con fuerzas antagónicas. Pero los republicanos, como ya han hecho en anteriores ocasiones, insisten en que esa fórmula no puede servir para el resto de la legislatura.

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"Salimos de esto con más dudas que certezas, y la principal es saber qué quieren ser ustedes", espetó Rufián. A su juicio, llegar a acuerdos con Cs implica que no vaya a ser posible pactar con ERC. "Si eligen a 10 diputados de la derecha contrarios al diálogo, ustedes son y serán una cosa, y si eligen a 13 diputados del independentismo catalán de izquierdas dispuestos a dialogar serán otra cosa", planteó el portavoz.

En ese sentido, Rufián se dirigió directamente a Unidas Podemos, a quienes preguntó si les "merece la pena" pactar con Cs. "Si no nos ayudan a apartar al PSOE de la derecha, de Cs, si ahora callan, las consecuencias las pagaremos todos", denunció el portavoz de ERC, que preguntó a la formación morada "cuánto creen que durará el ingreso mínimo vital", la "prohibición de no poder cortar luz y agua" o "la derogación de la reforma laboral" si "Cs está en la ecuación".

"Cs ni es la CDU alemana ni Arrimadas es Merkel. Cs es Vox en la fase 1, y la señora Arrimadas es Rosa Díez en la fase 2", criticó. Y afeó al ministro de Consumo, Alberto Garzón, que planteara hace unos días la posibilidad de alcanzar un acuerdo con la formación naranja para los Presupuestos. "¿Condecorar abusos policiales? ¿Los vientres de alquiler? ¿El contrato único? ¿Abrir bares y cerrar ambulatorios como han hecho con Ayuso, suprimir ayudas contra la violencia machista, eso es lo que van a pactar con Cs?", se preguntó.

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Las condiciones de ERC para pactar, vino a decir Rufián, son claras: que el Gobierno quiera "hacer política y no matemáticas". "Cada vez" que eso ha sido así, dijo, "ERC ha estado". "Y si alguna vez no ha estado, y eso ha pasado por dos veces" -las dos anteriores prórrogas de la alarma- es "porque ERC no es socio del Gobierno, de PSOE y Unidas Podemos, sino del diálogo, de la política y de la gente. Y si estas no están en el centro de la toma de decisiones, ERC tampoco está", insistió.

La mesa de negociación sobre Cataluña

Rufián también se felicitó de que la mesa de negociación sobre la crisis territorial de Cataluña siga en marcha, y en un mensaje destinado a la competición que mantiene con JxCat por la hegemonía del independentismo, señaló que su futuro depende de la "pervivencia" de ERC como "actor imprescindible" en la gobernabilidad. "En esa mesa no se juega el papel de ERC, se juega atajar un odio que pervive por generaciones, que ganen los que pican cacerolas o los que las llenan. Nos jugamos la democracia", proclamó.

No fue el único mensaje dirigido a JxCat, una formación a la que Rufián no mencionó directamente pero a la que advirtió que ERC no es el "criado de nadie". "Nuestro único amo es el pueblo trabajador de Cataluña, y a este solo le sirven los hechos, no la magia", denunció Rufián como portavoz de una formación que, en los últimos tiempos, ha afeado a JxCat que se empecine en reivindicar una independencia que no es real. "Si el político se dedica a interpretar la realidad está bien que viva en la realidad, la superchería para los brujos, nosotros hacemos política", zanjó.