Las cotizaciones sociales y el alcance de los ERTE bloquean el pacto para prorrogarlos

Los ERTE por causa de fuerza mayor provocados por la crisis del coronavirus se acercan a su fecha de caducidad (el próximo 30 de junio) y, por ahora, no hay pacto entre Trabajo, sindicatos y patronal para extenderlos. Este miércoles, el Ministerio y los agentes sociales mantuvieron una nueva reunión en la que no consiguieron alcanzar un acuerdo, y aunque no se descartan nuevos encuentros, no se ha fijado una fecha para retomar la negociación.

Son dos los puntos fundamentales de disenso. Sindicatos y patronal (que presentaron una propuesta conjunta) pretendían una prórroga hasta diciembre, aunque parece asumido que será hasta el 30 de septiembre. Pero los agentes sociales quieren que la extensión se haga en las mismas condiciones que hasta ahora, es decir, que empresas de todos los sectores puedan acogerse a los ERTE y que, además, el Gobierno mantenga las abultadas exenciones en las cotizaciones sociales (de hasta el 85%) que las compañías pagan por cada trabajador.

Por el contrario, el Ministerio que lidera Yolanda Díaz mantiene la propuesta que presentó el lunes y de la que informó este diario:extender los ERTE por fuerza mayor hasta el 30 de septiembre, pero solo mientras sigan en vigor las medidas que aún están en marcha para contener la crisis del coronavirus y que puedan limitar, en alguna medida, la actividad laboral, como las restricciones de aforo o las limitaciones de parte de la actividad en algunos sectores.

Trabajo, igualmente, plantea una rebaja en las exenciones a las empresas en las cotizaciones sociales que pagan por sus empleados, ya que entiende que no pueden mantenerselas mismas condiciones una vez ha comenzado a reactivarse la actividad económica y buena parte de las empresas están pudiendo comenzar a operar.

La vía unilateral

Si finalmente no hay acuerdo, el Gobierno podría aprobar en el próximo Consejo de Ministros su propuesta, que pasa por ir reduciendo las ayudas a las empresas con ERTE progresivamente en julio, agosto y septiembre, como ya se ha hecho en mayo y junio, primando la reincorporación de trabajadores con reducción de jornada frente al mantenimiento de la suspensión.

De esta forma, para los trabajadores que se reincorporen con reducción de jornada la exención sería del 60% de la aportación empresarial en julio, del 50% en agosto y del 40% en septiembre para las empresas con menos de 50 empleados (35%, 25% y 15% respectivamente para las de 50 o más).

En el caso de que los trabajadores sigan en suspenso las exenciones disminuirían al 35% de la aportación empresarial en julio, al 25% en agosto y al 15% en septiembre para empresas de menos de 50 trabajadores (20%, 10% y 5% respectivamente para las de 50 o más).