Conversaciones al revés

Sánchez Arévalo en ‘Conversaciones Al Revés’: “Para mí el refugio es la ficción, me da la vida”

El cineasta Daniel Sánchez Arévalo, penúltimo invitado a ‘Conversaciones Al Revés’.
SM

La situación excepcional que vivimos nos ha hecho volver a poner el foco en lo esencial, un cambio de perspectiva que inspira ‘Conversaciones Al Revés’.  Esta iniciativa digital de SM, conducida por la periodista María Gómez, nos invita a reflexionar a través de entrevistas con personalidades de la cultura, el deporte y la educación sobre los descubrimientos que nos ha traído esta inusual experiencia.

Con sus pequeñas historias, que son también las nuestras, dichas conversaciones irán construyendo un retrato caleidoscópico de la sociedad actual y de esa mirada común, de la mano de invitados como el periodista Iñaki Gabilondo, el padre Ángel, la cantante y compositora Eva Amaral, el escritor Roberto Santiago, la baloncestista Laia Palau, la chef Carme Ruscalleda o el catedrático de psicología y experto en educación Álvaro Marchesi.

Todos los encuentros de 'Conversaciones Al Revés' son accesibles y se pueden seguir a través de Instagram TV, YouTube y desde la página web de SM los lunes y jueves a partir de las 20.30 horas. 

Daniel Sánchez Arévalo: “El mundo, tal y como lo hemos conocido, ha cambiado”

El director de cine Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 1970) es un guionista en esencia, un maestro del diálogo que ha encontrado la inspiración en lo cotidiano. Sus películas nos invitan a recorrer la apasionante ‘roadmovie’ que es la vida, desde su debut ‘AzulOscuroCasiNegro’ (2006, con tres premios Goya) a ‘Gordos’, ‘Primos’, ‘La gran familia española’ y, la más reciente, ‘Diecisiete’ (2019).

Como revela durante la conversación con María Gómez, lo que se le ha puesto al revés en estos meses no tiene que ver con su “círculo cercano” ni con él mismo, pues le gusta especialmente “estar en casa”: “Paso la mayor parte del tiempo delante del ordenador escribiendo y es donde más feliz soy”, reconoce. De hecho, este confinamiento le ha pillado “en pleno proceso creativo de una serie”, así que la situación le ha venido como anillo al dedo para concentrarse.

Sin embargo, todo lo que está “fuera del hogar” se ha convertido para él “en un mundo muy hostil, muy desconcertante”. “El miedo te contagia, incluso en el supermercado… todo es una amenaza. El mundo, tal y como lo hemos conocido, ha cambiado y a lo mejor para siempre”, opina.

Sobre la incidencia de la crisis en el cine y los rodajes, explica que este mes ha grabado un spot de publicidad siguiendo los protocolos requeridos (distancia de seguridad, mascarillas, etc.) y comprobó que “son un infierno, ralentizan muchísimo”. Por ejemplo, tuvo que hacer diferentes tomas con dos actores que debían compartir sofá y después “montarlas en posproducción” para juntarles. “¿Cómo no vas a rodar a un grupo de gente en un bar o a una pareja besándose?”, hace ver, “no se sabe muy bien cómo lo vamos a hacer”.

“¿Cómo no vas a rodar a un grupo de gente en un bar o a una pareja besándose?”

Cuando la periodista le menciona el debate en torno a las plataformas digitales, Sánchez Arévalo recuerda que en octubre estrenó ‘Diecisiete’ con Netflix. “Cuando la hice no estaba pensando dónde se iba a ver” sino en hacer “una película de cine”, asegura. En su caso, ha notado de una manera “exponencial” cómo sus filmes se han movido en Latinoamérica, desde donde le llegan ahora “muchos comentarios”; también de lugares tan “exóticos” para una producción española como Corea. “¡Qué maravilla, es una barbaridad!”, exclama.

Las terapias de reinserción con animales motivaron ‘Diecisiete’, protagonizada por un joven que ha pasado por un centro de menores y su perra Oveja. Mientras habla con sus perros de fondo, recuerda que su padre nunca le dejó tenerlos en casa, pero que para él eran como un “imán”. Cuando se independizó, aún le llevó bastante tiempo lanzarse a asumir “las responsabilidades, muchas, que conlleva tener un perrete”. Después se arrepintió de haber tardado tanto: “A mí me hizo estar mucho más conectado con la vida y con el mundo, ser más sociable y mejor persona”. Ese “poder transformador” era lo que quería contar en la película.

La ficción como refugio

Aunque Daniel Sánchez Arévalo viene de “una familia de artistas”, no esconde sus pasadas inclinaciones hacia otros ambientes. Creció inmerso en la cultura, pero no sentía “esa pulsión, como para ir un poco en contra de lo que se esperaba de mí” e iba para “lobo de Wall Street” (estudió empresariales). Por suerte para los cinéfilos, durante la carrera se dio cuenta de que quien quería ser realmente era el tipo que le había hecho soñar con convertirse en “Gordon Gekko” (el personaje por el que Michael Douglas ganó un Óscar con ‘Wall Street’).

Cree que de niño hubiera vivido el confinamiento “muy mal” porque era “muy hipocondríaco” y ha tenido fases de claustrofobia y agorafobia. Por eso le sorprende a sí mismo su capacidad actual para “sobrellevarlo sin sucumbir”. “Para mí el refugio es la ficción, me da la vida”, confiesa, el estar escribiendo le ha “salvado” durante la pandemia. Contar las peripecias de sus personajes le hace “volver al mundo real como rearmado y más tranquilo”. Por eso las películas y las series han sido siempre sus compañeras y ahora son su vida, en todos los sentidos. “Por suerte es algo que nadie te puede quitar, tu propio universo”, dice.

Como a casi todos, estar aislado le ha hecho conectar un poco más “con las cosas más importantes de la vida: la familia, los amigos…”. “Lo que más miedo me da es que no aprendamos nada, que dentro de dos meses no hayamos sacado algo positivo de tanto sufrimiento (y del que nos viene)”, concluye el cineasta. 

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