Calviño e Illa negocian con el PP las conclusiones sobre economía y sanidad de la 'comisión de reconstrucción'

En público, reproches y críticas y en privado, negociación. El Gobierno y el PP llevan días buscando un consenso al más alto nivel para las conclusiones de la 'comisión de reconstrucción' del Congreso. En concreto, en dos de sus cuatro grupos de trabajo, los más importantes. La vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, y la responsable de Economía del PP, Elvira Rodríguez, están negociando las conclusiones sobre reactivación económica tras la pandemia, mientras que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la vicepresidenta del Congreso, Ana Pastor, están en conversaciones sobre las conclusiones del grupo de política sanitaria.

Este martes arranca la fase final de los trabajos de la llamada 'Comisión de la Reconstrucción Económica y Social', para afrontar en los frentes sanitario, económico y social las consecuencias del Covid-19. Aunque todavía hay programadas comparecencias -por ejemplo, este martes la la del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Josep Borrell- los cuatro grupos de trabajo presentarán este martes sus borradores. Según lo previsto, el jueves cada grupo votará un borrador, que podrá ser enmendado hasta el domingo a medio día por los grupos. La semana que viene, estos documentos pasarán ya a la llamada "comisión grande", la que unificará todos los trabajos y el 2 de julio -o, a lo sumo, el 3- votará unas conclusiones definitivas.

Es en este marco donde el Gobierno y el PP están negociando, después de muchos meses de enfrentamiento, unas conclusiones comunes, que sirvan de base a las enmiendas que presentarán después el resto de grupos, dado que los partidos más pequeños optarán por introducir modificaciones por esta vía en lugar de presentar sus propios documentos de base.

Aunque la relación entre el presidente, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, sigue siendo casi inexistente -en el PP señalan que Sánchez "sigue sin llamar" a Casado-, el trabajo de los segundos niveles sí funciona, a nivel de vicepresidenta y ministro -Calviño e Illa- y dos de las caras más reconocidas y con más peso político del PP -Rodríguez y Pastor, ambas exministras-. Por su parte, el presidente del Gobierno reclamó la semana pasada en el Senado el acuerdo del PP para crear una comisión mixta Congreso y Senado para estudiar las deficiencias y necesidaedes del sistema sanitario.

Por su parte, se espera que el otro socio de la  coalición, Unidas Podemos, también consensúe las conclusiones con el PSOE, aunque de momento  los morados optan por no confirma que vaya a ser así.  "Estamos hablando, en permanente contacto con el PSOE", afirman fuentes de la formación de Pablo Iglesias.

Además de los grupos de trabajo sobre sanidad y economía, la 'comisión de reconstrucción' del Congreso cuenta con otros dos. Uno sobre Política Social, en el que por la parte del PP su vicesecretaria del ramo, Cuca Gamarra, es quien está manteniendo los contactos con el PSOE, y sobre la UE, donde el acuerdo se avista más complicado. De hecho, ya la semana pasada los socialistas perfilaron su propio borrador de conclusiones sobre la UE y fuentes del PSOE confiaban en poder contar con el respaldo del resto de grupos. Según decían, en las sesiones de trabajo no había habido grandes estridencias entre diputados y eurodiputados de distintos partidos, salvo con dos excepciones, con la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, y de Vox, Jorge Buxadé.

Presupuestos no, pero sí planes de futuro

Fuentes del PP aclaran que la negociación económica con el Gobierno se está produciendo en el marco de la 'comisión de reconstrucción' y descartan que pueda extenderse a los Presupuestos. Sin embargo, un acuerdo entre Calviño y Rodríguez tendrá un importante significado e influencia, puesto que el Gobierno está a la espera de conocer las conclusiones que salgan del Congreso para proceder con más planes impulso económico como los dos que Sánchez presentó la semana pasada, para apoyar el sector de la automoción y el sector del turismo.

Se da la circunstancia de que tanto el plan de automoción, el de turismo y también el préstamo de medio millón de 'tablets' y ordenadores a alumnos vulnerables que aprobó el Consejo de Ministros la semana pasada son medidas económicas que computan muy positivamente a la hora de recibir parte de los 750.000 millones del Fondo de Recuperación de la UE, cuyo reparto empezaron a negociar los líderes europeos la semana pasada.

Tal y como recuerda el Gobierno en la presentación de cada uno de estos planes, para recibir transferencias no reembolsables o préstamos de la UE, los proyectos deben atender a sectores identificados como "estratégicos" por la Comisión Europea, bien por contribuir a "construir una Europa más sostenible, resiliente y justa, acelerando las transiciones energética y digital", por "impulsar los sectores tractores sobre la actividad y el empleo" y "apoyar los diferentes ecosistemas industriales". 

De momento, el plan de automoción, el de turismo y la ayuda digital a los alumnos van por esa senda marcada por Bruselas, de manera que con ellos el Gobierno 'gana puntos' para recibir fondos de la UE, de los que podrían corresponderle hasta 140.000 millones, según una estimación todavía provisional a falta de un acuerdo en el Consejo Europeo.

Fuentes del ministerio de Asuntos Económicos aseguran que el Gobierno piensa seguir presentando medidas de apoyo económico que, al mismo tiempo, sigan los objetivos marcados por Bruselas, pero para continuar con este proceso primero hay que ver qué determina la 'comisión de reconstrucción' del Congreso, donde el Gobierno y el PP irán de la mano para proponer medidas económicas en las conclusiones que están negociando Calviño y Rodríguez.

El punto de partida, recuerdan en el Ministerio, son las seis propuestas que lanzó Calviño cuando compareció en esta comisión hace unas semanas: sobre transición ecológica, transformación digital, empleo y formación profesional, elevar al menos el 2% del PIB el presupuesto en ciencia, servicios públicos y la transformación del sector agroalimentario en línea con el reto demográfico.