El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebra este miércoles una cumbre por videconferencia con nueve presidentes latinoamericanos y a representantes del FMI, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos financieros regionales para lanzar un llamamiento a la comunidad internacional sobre la ayuda económica que necesitarán estos países para hacer frente a la crisis sanitaria y económica que está provocando la Covid-19, que a día de hoy golpea con especial contundencia a América Latina. Como “anfitrión” del encuentro, ha sido Sánchez quien ha cursado las invitaciones para participar y entre los presidentes a los que ha dejado fuera figuran los de Venezuela, Nicolás Maduro, y Brasil, Jair Bolsonaro.

Fuentes del Gobierno explican que se ha seleccionado a los presidentes con los que se puede abordar de manera más eficaz la discusión sobre la ayuda que necesitará América Latina de los organismos financieros internacionales. Así, Sánchez ha considerado que son interlocutores válidos los presidentes de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Colombia, Perú, Costa Rica y República Dominicana que participarán en la cumbre telémática de este miércoles. También cursó invitación al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que declinó participar por motivos de agenda.

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Por el contrario, Brasil y Venezuela no han sido llamados a participar en una iniciativa que el Gobierno ha llamado “Juntos por una respuesta para América Latina ante la Covid-19”, a pesar de que son seguramente los dos países de la región más golpeados en estos momentos por el coronavirus. Sin embargo, Sánchez ha evitado el intercambio con Bolsonaro, que sigue negando la pandemia, y con Maduro, con quien son constantes las tensiones y a quien el Gobierno español exige la celebración de elecciones desde que que el año pasado reconoció a Juan Guaidó como presidente encargado. Tampoco ha sido invitado el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de la órbita bolivariana que afronta desde hace más de un año protestas contra su Gobierno.

FMI y Banco Mundial

Sánchez ha optado por alejarse de los cada vez menos países de la órbita bolivariana para una reunión que tiene entre una de sus principales participantes a la directora gerente del FMI, Kristalina Georfieva. Su organismo sería clave si, como pedirán los líderes en una declaración que ya ha sido pactada, demandan ayuda financiera que, según fuentes del Gobierno, también podría sustanciarse en algún tipo de condonación o reestructuración de deuda.

Además de Georfieva, participarán en el encuentro de este miércoles el presidente del BID, representantes del Banco de Desarrollo de América Latina, del Banco Centroamericano de Integración Económica, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el vicepresidente para América Latina y Caribe del Banco Mundial, Felipe Jaramillo. También, la secretaria general de la Secretaría Iberoamericana, Rebeca Grynspan.

Ayuda internacional

El Gobierno ha organizado esta reunión para lanzar una petición de ayuda financiera internacional a países que son considerados economías medias pero que van a quedar muy perjudicados por los efectos económicos y sanitarios de la Covid-19.

Por eso, se han pactado unas conclusiones que España se compromete a trasladar después a la UE en las que se pedirá que las organizaciones financieras internacionales articulen mecanismos específicos para dar a los países de la región apoyo financiero y asistencia técnica, para poder atender a sectores como el sanitario o el empleo.

Este llamamiento a la comunidad internacional no será vinculante y plantea también medidas como elevar los flujos de inversión desde organismos como el FMI hacia América Latina, garantías para la inversión privada y también, por qué no, estudiar sin tabúes los problemas de sobreendeudamiento que puedan tener estos países como consecuencia de la deuda sobrevenida por la pandemia.

Reestructuraciones de deuda y donaciones bilaterales

De acuerdo a la declaración conjunta que han firmado los presidentes, piden "ampliar el margen fiscal mediante préstamos de largo plazo en condiciones adecuadas" y "estudiar posibles reestructuraciones de pagos de deuda", algo que se estudiaría "caso por caso" para países "altamente endeudados como consecuencia de la pandemia".

También "garantizar la liquidez facilitando el acceso a líneas swap de divisas, emitiendo y reasignando derechos especiales de giro y proporcionando líneas de crédito de rápido acceso" y "extender garantías para apoyar la financiación mixta de inversiones sostenibles y crear mecanismos para estabilizar los flujos de capital".

Entre las medidas que se proponen para poder financiar políticas de protección social, Sánchez y los nueve presidentes latinoamericanos apuestan por "préstamos blandos, posibles donaciones bilaterales y reasignación de recursos previamente aprobados" para, entre otros, apoyar el empleo, fortalecer los sistemas de protección y sostener a micro, pequeñas y medianas empresas.