Sean Connery ha puesto en venta su espectacular mansión de 1.000 metros cuadrados al sur de Francia por 30 millones de euros. En esta casa, el actor rodó su última película de James Bond, Nunca digas nunca jamás, en 1983.
El intérprete de 89 años compró la propiedad en 1970 y vivió allí durante 12 años con su segunda mujer, la pintora Micheline Roquebrune, con la que se casó en 1975. Su esposa le permitió realizar allí el rodaje de la película con la condición de que fuera la última de Bond, y así fue.
Aun así, el escocés ya no le da uso a esta mansión situada en la costa de Francia. 37 años después de decir adiós a su mítico personaje cinematográfico en su propio hogar, Connery ha decidido también adiós a este paraíso vacacional denominado La Roc Fleoui que se construyó en 1928.
El pasado cinematográfico de La Roc Fleoui encaja perfectamente con el barrio en el que se sitúa, Cap de Nice, cerca de la localidad de Niza, pues allí vivieron rostros como Coco Chanel, Picasso o Grace Kelly.
Con 5.000 metros cuadrados de terreno y 1.000 de vivienda, la mansión no tiene nada que envidiarla a sus vecinas. Tiene un jardín en varios niveles, gimnasio, sauna, cinco habitaciones en cinco pisos, ascensor, dos casas de jardín independientes, una piscina cubierta y otra de agua salada al aire libre y con vistas al mar mediterráneo.
Sin duda, toda una casa llena de lujos alcanzables solo para unos pocos. Tal y como indica la inmobiliaria que la vende, "sus numerosas comodidades son comparables a los lujosos destinos donde se alojaría James Bond".
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