52.000 empresas podrían transformar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor en Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) antes de que acabe el año. De ocurrir, supondría la pérdida de 300.000 puestos de trabajo.

Es al menos lo que va a suceder según el cálculo que han hecho los gestores administrativos y si no se adoptan nuevas medidas. "En caso contrario, antes de finalizar el año vamos a encontrarnos con el peor escenario de paro, superando los cinco millones de desempleados", asegura Fernando Santiago, presidente de los Gestores Administrativos.

"Es necesario tomar medidas que permitan a las empresas retrasar cierres y mantener los ERTE"

"Es necesario tomar medidas urgentes que permitan a las empresas retrasar cierres y mantener los ERTE en tanto no mejora la situación", afirma. "Cuanto más se alarguen los plazos en los ERTE por fuerza mayor, siempre que se mantengan las ayudas iniciales, mayor número de negocios podrán resolver los graves problemas que ha provocado la pandemia", explica Santiago.

Según la encuesta que ha realizado el Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos entre sus colegiados, el 46% de las empresas en ERTE por fuerza mayor van a agotar el plazo que les otorgue el Gobierno para mantenerlo, viéndose afectado el 33% de los trabajadores incluidos en dichos ERTE.

Más de 200.000 trabajadores continúa sin cobrar el subsidio correspondiente

La encuesta revela que más de 200.000 trabajadores continúa sin cobrar el subsidio correspondiente y que el 11% de las empresas que han presentado un ERTE han sido ya inspeccionadas o han recibido el aviso de una próxima visita.

De las empresas inspeccionadas, se ha instruido expediente sancionador al 8%. De los ERTE que han tramitado los gestores administrativos, el 6% se han justificado en causas económicas, técnicas, de producción u organizativas; el resto lo han sido por fuerza mayor.

La encuesta ha servido también para conocer la opinión de los gestores administrativos sobre la situación de la economía; y no es precisamente buena. Así, el 63% tiene poca o muy poca confianza en que la situación económica permita salir rápidamente de la crisis, frente al 7% que tienen confianza o mucha confianza en que la recuperación sea rápida.