"Sacada de James Bond": así es la mano derecha de Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell, detenida por abusos sexuales

Donald Trump, Melania Trump, Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, en una imagen del documental 'Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico'.
Donald Trump, Melania Trump, Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, en una imagen del documental 'Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico'.
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Donald Trump, Melania Trump, Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, en una imagen del documental 'Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico'.

"Me invitó a bailar. Es el bailarín más torpe que he visto en mi vida. Fue horrible. Era como si su sudor estuviera básicamente lloviendo por todo mi cuerpo. Me daba asco. Pero sabía que tenía que hacer que se lo pasara bien porque es lo que Jeffrey y Ghislaine esperaban de mí".

Estas palabras son del pasado diciembre. Las pronunciaba Virginia Gioffre, de 35 años. Ella es una de las mujeres que han denunciado haber sido víctimas de abusos sexuales por parte del príncipe Andrés, Duque de York (conocido como Andresito el cachondo cuando era joven en el Ejército), y de su amigo, el multimillonario que se suicidó en la cárcel mediante ahorcamiento, Jeffrey Epstein.

Lo hacía en el programa Panorama, de la BBC, y aunque pasara algo desapercibido, Gioffre exponía un nombre: Ghislaine. Se refería a Ghislaine Maxwell, mano derecha del magnate, la "principal de mis novias" y "mi mejor amiga", como se refería a ella Epstein en un artículo publicado en Vanity Fair en 2003, y quien ejercía como captadora de chicas para sus delitos sexuales con menores.

Virginia Giuffre aseguró que fue ella quien la llevó hasta el príncipe Andrés, el exlíder de la Mayoría del Senado en Estados Unidos George Mitchell y el exgobernador de Nuevo México Bill Richardson, algo que los tres han negado rotundamente.

Esta semana era detenida. El FBI la capturó en el estado de New Hampshire (en el noreste de EE UU), en una vivienda de lujo en un pequeño pueblo boscoso, con varias acusaciones sobre el abuso sexual de menores, tal y como informó la NBC. Audrey Strauss, la fiscal del distrito sur de Nueva York que lleva el caso, pidió su detención sin derecho a fianza: "Maxwell tiene tres pasaportes, ingentes cantidades de dinero, amplias conexiones internacionales y absolutamente ninguna razón para quedarse en EE UU y afrontar la posibilidad de una larga sentencia". Se enfrenta a una pena de hasta 35 años.

El multimillonario norteamericano y Maxwell, una "niña mimada de la alta sociedad británica, como se ha referido a ella ABC, se conocieron a principios de la década de 1990 y estuvieron juntos hasta 2008, meses después de que salieran a la luz las acusaciones contra el millonario y su posterior detención.

Ella llevaba mucho tiempo en paradero desconocido. Había desaparecido desde octubre. Se especulaba que había tenido ayudas de gente poderosa que no querían que hablase. Para secundar esta teoría cabría recordar las palabras con las que Lady Victoria Hervey, modelo y aristócrata inglesa, habló de su expareja, el príncipe Andrés.

En teoría, esta socialité había ido al programa Good Morning Britain a defender al hijo de la reina Isabel II, pero sus palabras tuvieron más bien el efecto contrario. Contó cómo el magnate la invitó a pasar unos días en su casa de Nueva York, la ya conocida como "mansión de los horrores" (donde se producía en buena parte la explotación sexual de las jóvenes) en 2001 junto a una amiga.

Se marchó de la casa de Epstein al sentirse incómoda: "Me sentía observada. Había cámaras ocultas, así que a los diez días me fui. […] Vi cosas, pero no vi la verdad. No tenía ni idea de lo que estaba pasando". Eso no impidió que en el futuro se reencontrara con Maxwell.

Una mujer en la sombra

La última vez, rememoró, fue en septiembre de 2019, cuando coincidieron en una fiesta baby shower. Epstein se había quitado la vida solo un mes antes, a los 66 años. Eso sí, añadió que le parecía complicado que alguien volviera a verla jamás en un acto público de alto copete como a los que solía asistir (en 2018 fue invitada, por ejemplo, a un acto con Jeff Bezos, CEO de Amazon).

"Es como un personaje sacado de James Bond", la describió Lady Hervey. "Se ha ido muy lejos y no creo que nadie vaya a encontrarla", profetizó erróneamente. Pero esta mujer esquiva tiene un enorme pasado, cuyos misterios comienzan con su padre.

Ghislaine Maxwell nació el Día de Navidad de 1961 en las afueras de París, pero desde la cuna ya era parte de la aristocracia británica, se sabía que estudiaría en la Universidad de Oxford y que sería experta en hablar varios idiomas. No falló en las predicciones.

Su padre, el magnate editorial británico Robert Maxwell se había encargado. Con lo que Ghislaine no contaba era con su muerte en extrañas circunstancias: en 1991, el señor Maxwell se cayó de su yate cerca de las Islas Canarias. Según informaron poco después las noticias de la época, había saqueado ilegalmente fondos de pensiones de sus negocios. El yate se llamaba Lady Ghislaine.

Todo esto no impidió, según según señala la prensa norteamericana, que desde joven fuese una mujer con muchos recursos (entendiendo recursos por dinero y contactos) y que fue ella quien presentó a Epstein a varios de sus más célebres amistades, como el propio príncipe Andrés o el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton. Epstein ya era amigo del entonces solo multimillonario Donald Trump.

La madame

Tal y como señalan varias amistades tanto de Maxwell como de Epstein al diario The Washington Post, su relación duró pocos años, pero ella siguió trabajando proporcionándole mujeres. "Ella era una persona bien educación y de gustos refinados y sabía cómo manejar lo mismo una casa que un bote, así como atender y agasajar a los invitados", aseguró un conocido al diario británico The Daily Telegraph.

Esto entroncaría con los documentos judiciales que se hicieron públicos a finales del año pasado sobre la mansión de Epstein en Palm Beach, Florida, y que tildaban a Ghislaine Maxwell como la gerente de la casa, quien manejaba finanzas y personal.

Maxwell encara, a sus 58 años, un total de seis imputaciones: Conspiración para persuadir a menores a viajar para ser parte de actos sexuales ilícitos; persuadir a menores a viajar para ser parte de actos sexuales ilícitos; conspiración para transportar menores con la intención de ser parte en actividades sexuales criminales; y transportar menores con la intención de ser parte en actividades sexuales criminales. Asimismo, dos cargos de perjurio, por haber negado bajo juramento en dos ocasiones tener constancia conocer de la trata de menores en la mansión de su expareja.

Ghislaine Maxwell era "la madame", según las palabras de Sarah Ransome, una de las mujeres que intentó huir a nado de la "isla de las orgías" de Epstein. El avión que transportaba a las chicas recibía el sobrenombre de Lolita Express.

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